Aflora un reclamo urgente: la región vuelve a pedir una autopista entre Bahía Blanca y Monte Hermoso

Ruta 3 cruce con ruta 3 vieja

El peligroso cruce entre la ruta 3 y la ruta vieja (imagen generada con AI)

La necesidad de proyectar y construir una autopista que una Bahía Blanca con Monte Hermoso vuelve a instalarse con fuerza en la agenda pública. Se trata de una demanda histórica de toda la comunidad regional que, año tras año, se renueva sin respuestas concretas. 

Una nueva tragedia ocurrida en el peligrosísimo cruce de la Ruta Nacional 3 y la denominada «ruta vieja» a la altura del kilómetro 645, donde al menos es indispensable la construcción de una rotonda, vuelve a poner en evidencia las condiciones de uno de los principales accesos hacia la costa bonaerense.

Este tramo entre la ciudad cabecera de la región y el acceso a Monte Hermoso, es uno de los más transitados del sudoeste provincial; en particular -pero no solo- durante los fines de semana y en las temporadas de verano, cuando decenas de miles de turistas se dirigen hacia los principales centros turísticos de la región. Pese a esto, las mejoras en materia de infraestructura vial han sido parciales o, directamente, nulas.

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El acceso a la ruta 3 desde la ruta vieja. Foto de archivo de marzo 2025

Promesas incumplidas

En 2011, Cristina Fernández había anunciado un ambicioso plan de obras para transformar la Ruta 3 en autovía, en tres tramos: San Miguel del Monte – Azul, Azul – Coronel Dorrego y Coronel Dorrego – Bahía Blanca. Este último incluye precisamente el acceso a Monte Hermoso. 

En 2016, con Mauricio Macri como titular del Poder Ejecutivo, su ministro de Transporte, Guillermo Dietrich, asumió el compromiso de realizar la obra: «Me lo piden en cada lugar que paro», había escrito en Twitter.

Poco tiempo después, el gobierno de Cambiemos anunció la concreción de la obra, dividida en los tres tramos anteriormente planteados. Quien por entonces se desempeñaba como director de Vialidad, Javier Iguacel, se arriesgó a manifestar en alguna oportunidad que estaría terminada para 2019. La realización de algunos trabajos preparatorios había generado expectativas, que se frustraron tras el resultado de las elecciones presidenciales.

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Reclamos que afloran

El pedido por una autopista se ha sostenido en el tiempo. Intendentes, legisladores, organizaciones intermedias y vecinos coinciden en la urgencia de contar con una vía segura, ágil y moderna, que permita mejorar la conectividad, fomentar el desarrollo turístico y productivo, y, sobre todo, prevenir tragedias como las ya numerosas que se han debido lamentar.

El recordado Lorenzo Natali se sumó, a principios de 2022, a las iniciativas para reflotar la ansiada obra. Natali, al anunciar la presentación de un proyecto junto a su par Abigail Gómez, explicó entonces que “si bien la construcción de esta autopista es plena competencia del gobierno nacional, consideramos importante que el gobierno de la provincia de Buenos Aires escuche el pedido de miles de vecinos de la región que desde hace años vienen pidiendo por esta obra”.

Entre las muchas voces que se expresaron con claridad en este sentido, el propio intendente de Monte Hermoso, Hernán Arranz, señaló a poco de iniciar su mandato, a fines de 2023: “La autopista Monte Hermoso – Bahía Blanca de Ruta 3 tiene que ser, sí o sí, doble vía ya, urgente”. El jefe comunal remarcó además en reiteradas entrevistas que el crecimiento del turismo en Monte Hermoso, sumado al intenso flujo de tránsito de toda la región, hacen indispensable una infraestructura vial acorde a la realidad actual. “Estamos hablando de un corredor estratégico para toda la región. No podemos seguir dependiendo de una ruta colapsada y peligrosa”, supo expresar Arranz.

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Mientras tanto los accidentes se repiten y se suman las víctimas, y las tareas paliativas como la colocación de tachas reflectivas o carteles de advertencia en algunos tramos no alcanzan para resolver una problemática estructural que, por su magnitud, requiere planificación, inversión y decisión política.

El reclamo está más vigente que nunca. Lo pide la comunidad, lo exige el presente y lo impone el futuro.

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