El pasado miércoles, alumnos de la Escuela de Educación Secundaria Técnica de Monte Hermoso, junto a la Secretaría de Planeamiento para el Desarrollo Sustentable, presentaron frente a distintas autoridades municipales un anteproyecto para remodelar la actual Plaza de la Madre para transformarla en la Plaza de la Diversidad.
Este trabajo lo llevan adelante 18 alumnos de séptimo año de la orientación Maestro Mayor de Obras, dentro de la materia “Prácticas Profesionalizantes” a cargo de la profesora Magalí López.
El proyecto comenzó hace cuatro meses cuando Magalí se acercó a la Secretaría de Planeamiento para consultar acerca de la posibilidad de que sus alumnos realizaran las prácticas allí, en esa oficina municipal, junto a profesionales del área.
Luego de que Daniel Pedroni, titular de la secretaría, diera el visto bueno a su petición, comenzaron a trabajar en conjunto sobre las tareas que podrían asignarles. Como primera actividad debieron relevar diferentes espacios públicos a fin de evaluar si necesitaban algún tipo de intervención. En este proceso, se reflotó una solicitud que hicieran hace un tiempo desde la Dirección de la Mujer para revitalizar la Plaza de la Madre transformándola en la Plaza de la Diversidad.
El espacio a intervenir se ubica en la intersección de Valle Encantado, Traful Bis y Tronador, en pleno centro de la ciudad de Monte Hermoso.
“Esta plaza, si bien tiene la característica de ser una espacio chico en siperficie, tiene una ubicación estratégica dentro de la ciudad pero hoy en día pasa desapercibida. Lo que pudimos notar es que es una esquina de paso, ni los montermoseños ni los turistas se quedan en este lugar”, explica Magalí.
Con respecto a la organización del trabajo, nos cuenta que los chicos trabajaron en cinco grupos realizando las diferentes etapas que conlleva todo proyecto. La primera es de relevamiento, donde se estudia el estado actual del lugar, sus características, sus puntos beneficiosos y sus puntos problemáticos. La segunda etapa consiste en el desarrollo de ideas preliminares, se comienza a pensar en el rol que el espacio va a ocupar y en cómo hacer para que cumpla ese rol o función.
Después viene el anteproyecto, se trata de un planteo general para presentar al cliente. Y una vez aprobado el anteproyecto se pasa a la cuarta etapa que es la del proyecto definitivo, con planos más precisos, detalles constructivos, etcétera.
“Todavía estamos en la etapa del anteproyecto. El proyecto seguramente siga un rumbo que exceda a la camada de este año, ya que al cumplir una función pedagógica implica otros tiempos”, señala la docente refiriéndose a los plazos para la concreción del mismo.
Con respecto a sus alumnos agrega: “Los chicos terminaron teniendo una implicación muy grande con el trabajo, se notó en la presentación que hicieron, cómo pudieron desenvolverse y contar el proyecto como lo que es, su propio proyecto, con la guía y apuntalamiento de la secretaría y de los docentes en el aula, pero es un trabajo de ellos”.
En cuanto al diseño en sí, nos explica que como en el diagnóstico pudieron concluir que el espacio no era convocante y no atraía a la gente, el objetivo era generar un espacio atractor del montermoseño, del turista, y de diversas actividades: “La idea que presentamos con los alumnos contempla una plataforma central, donde se puedan realizar actividades artísticas; unos bagoncitos comerciales para que la gente permanezca en el lugar y unas gradas a modo de anfiteatro.
La presentación del anteproyecto fue exitosa aunque faltan pequeños detalles a considerar; para ello, seguirán trabajando en conjunto como un verdadero equipo alumnos, docentes y la Secretaría de Planeamiento municipal.