Luego de consagrarse campeón con la Selección Argentina de fútbol para personas con discapacidad intelectual en la Houston Cup 2025, Juan Martín Ceballes fue recibido por su gente en Monte Hermoso. El barrio, sus amigos, compañeros de trabajo, autoridades municipales y vecinos se acercaron para celebrar junto a él un logro que emociona y que trasciende lo deportivo.
“Embajadores somos todos los chicos que salen de Monte a representarlo y dejarlo bien en todos lados”, dijo Juan Martín, visiblemente emocionado por el reconocimiento. “Cada chico que sale, sea o no con la selección, y trata de dejar a Monte en lo más alto, para mí es un embajador también”.

El delantero del Club Social y Deportivo Esperanza fue parte fundamental del equipo argentino en la segunda edición del torneo internacional disputado en Houston, Texas, donde convirtió cuatro goles en seis partidos. Entre ellos, Juan destacó el que marcó en la final: “Ese fue el más importante, porque nos había empatado el rival y con mi gol volvimos a estar arriba. Después hicimos dos más, pero ese fue el que más me gustó”.
Juan regresó al país y no tardó en volver a la rutina: “Mañana ya arranco a trabajar y a entrenar con los chicos de Esperanza. El domingo hay que estar para jugar”, comentó entre risas, fiel a su estilo sencillo y comprometido.

Recordó además el momento en que verdaderamente tomó dimensión de lo que habían conseguido como equipo: “Cuando pasamos la última puerta del aeropuerto de Ezeiza y vimos a toda la gente esperándonos, con cámaras de televisión, ahí caímos todos”.
Sobre los días en Houston, no escatimó en elogios: “Jugamos en el estadio Rice, que es muy lindo, y más allá de lo futbolístico, disfrutamos de todo. Hacía 36 o 37 grados, pero igual salíamos a caminar. Tomábamos mates donde podíamos, eso que allá no se ve mucho, pero lo llevábamos a todos lados”.

Aunque no hay confirmaciones sobre el próximo torneo, surgió una propuesta de referentes locales para intentar traer al equipo a Monte Hermoso: “Querían coordinar para ver la posibilidad de que vengan los Halcones. Sería hermoso”, dijo.
Por lo pronto, Juan sigue disfrutando del cariño de su gente: “Llegar al barrio y ver que la gente te apoya sin darte cuenta… es muy fuerte. A los 26 o 27 lo veía muy lejano, y a los 30 volví campeón con la selección. Es algo que no me esperaba nunca”.
Y cerró con una frase que resume lo que vive hoy: “Yo ya gané. Lo que venga, lo dirá el destino”.