Para no fallar al cocinar en casa es fundamental planificar (creando, por ejemplo, una lista de compras) y organizar, manteniendo un orden para facilitar la búsqueda de ingredientes y ahorrar tiempo. Además, no tener temor de improvisar con lo que hay y probar nuevas recetas, animarse a otros sabores.
La práctica constante y experimentar son puntos claves para ganar confianza en la cocina, al tiempo que la mejor sugerencia para los que recién se inician es no complicarse con preparaciones elaboradas, recurriendo a recetas sencillas que requieran de pocos ingredientes.
Quién puede afirmar que no se ha equivocado en algún momento, lo importante es aprender de los errores y seguir intentando. Con la intención de ayudar a reducirlos compartimos algunos aportes que pueden ser útiles.
− Cocción: hay que asegurarse de que los alimentos alcancen la temperatura adecuada en su interior, generalmente 70°.
− Para que las empanadas de jamón y queso no se abran en el horno y chorreen en la bandeja conviene enharinar los trozos de queso y envolverlos en fetas de jamón. Es aconsejable, también, pincharlas con un tenedor o escarbadientes antes de llevarlas al horno para que no exploten en la cocción.
− Rabas crocantes: no hay que freírlas más de dos minutos en aceite bien caliente.
− Pescados. Son de muy rápida cocción en cualquier preparación, y a punto se realza el sabor de su carne.
− Tarta de verdura bien crocante: antes de incorporar el relleno, esparcir queso o pan rallado en la base, para que absorba los líquidos.
− Nada se tira, todo se transforma: papas hervidas o fritas que sobraron, con algunos huevos batidos, y cebolla picada si se desea, mudarán a una rica tortilla.
− Pimientos de la mala palabra: para reducir el picor sin renunciar al sabor basta con retirar las semillas y los tejidos blanquecinos y pasarlos por agua fría.
− Papas crujientes sin freírlas: espolvorearlas con harina, removerlas y cocinarlas al horno, de medio a fuerte, con un chorrito de aceite en la base de la bandeja.
− Crema de leche en una preparación dulce: para hacer menos calórico un postre o torta que la incluye, se puede reemplazar buena parte de ella con claras de huevo batidas.
Curiosidades
El croissant no es francés
El cruasán, también escrito en su grafía sin adaptar “croissant”, conocido como “medialuna” en Argentina, Uruguay y Chile, es una pieza de pastelería de origen austríaco. Tuvo su nacimiento en Viena en el siglo XVII, cuando los panaderos hicieron un pastelillo con forma de media luna para celebrar una derrota del Imperio Otomano. Recién en el siglo siguiente llegó a Francia, donde se popularizó.
El vino es en realidad… de Georgia
En Irán y Georgia es donde se han localizado las producciones de vino más antiguas de la historia. Datan del año 6.000 antes de Cristo. La elaboración del vino tiene sus orígenes en Turquía, Armenia e Irán.
La tortilla francesa es española
El (o la) famosa omelette, conocida también como “tortilla francesa”, está originada en España. ¿Cómo es posible? Es que debido a la falta de alimentos, principalmente papas, sufrido por la población de Cádiz durante el asedio francés en 1810, y decididos a no privarse de uno de sus platos favoritos, la tortilla, comenzaron a elaborarla solo con huevos, que no escaseaban. Por esa razón, se la empezó a conocer como “la tortilla de cuando los franceses”.