El mapa energético de Argentina se sigue delineando con Bahía Blanca como uno de los puntos claves en la conexión del corazón productivo de Neuquén con los mercados globales a través de gasoductos, poliductos y terminales portuarias de última generación.
Al impulso del desarrollo de Vaca Muerta y con el avance de obras en su puerto, la ciudad cabecera de la región se va posicionando como destino estratégico para la exportación de líquidos del gas natural (NGLs) merced a tres grandes proyectos privados que implican inversiones de más de 2.000 millones de dólares.
Según se ha difundido, uno de los más avanzados es el Nuevo Tren de Fraccionamiento (NTF) de Compañía Mega, conformada por YPF, Petrobras y Dow, iniciativa que demandará unos 400 millones de dólares para llevar la capacidad de procesamiento de 4.700 a más de 7.000 toneladas diarias de propano, butano y gasolina natural.
Se estima que cerca del 50 por ciento del volumen procesado se destinará a exportación, lo que le otorga carácter internacional al proyecto.
En ese contexto, se incorporará en el muelle multipropósito una columna deetanizadora que, junto con las recientemente incorporadas, torres depropanizadora y debutanizadora, y aseguran que la planta estará operativa a comienzos de 2026, agregando nuevas unidades de fraccionamiento, bombeo y tanques de almacenamiento.
Transportadora de Gas del Sur (TGS) también apuesta fuerte por Bahía Blanca: proyecta un poliducto de 600 kilómetros que conectará su planta en Tratayén (Neuquén) con el puerto bahiense, junto a una nueva planta de fraccionamiento con capacidad para 2,8 millones de toneladas por año.
En paralelo, TGS analiza construir una terminal de gas natural licuado (GNL) en Puerto Galván, que podría exportar entre 4 y 5 millones de toneladas anuales. El proyecto incluye trenes de licuefacción, infraestructura de bombeo y sistemas portuarios adaptados para el tránsito de buques metaneros.
Por su parte, la empresa Pluspetrol lidera el proyecto Vaca Muerta Liquids, con una inversión calculada en un monto superior a 2.000 millones de dólares, que contempla una planta procesadora en Neuquén, otro poliducto de 600 kilómetros y una terminal en la costa atlántica, donde Bahía Blanca figura como la opción más probable.
La empresa estima que, una vez en operación plena hacia 2029, el complejo podría generar exportaciones por hasta 5.000 millones de dólares anuales. El plan también engloba sistemas de seguridad industrial, almacenamiento, y conexiones viales y ferroviarias para consolidar la logística del sector.
Estos tres proyectos incluyen infraestructura crítica que ya empezó a transformar el puerto y el estuario de la costa portuaria. El Consorcio de Gestión del Puerto de Bahía Blanca avanza con obras para recibir buques de gran calado y mejorar los accesos por tierra, con énfasis en las conexiones ferroviarias.
Los líquidos del gas natural (NGLs) representan una oportunidad de monetización inmediata para las productoras, en un contexto donde la demanda internacional se mantiene firme. Las inversiones buscan captar esa ventana y exportar a gran escala.
El cambio logístico, con epicentro en el sur bonaerense, apunta a diversificar destinos, optimizar costos de transporte y consolidar cadenas de valor alrededor del gas. Las autoridades locales y provinciales acompañan con planes de infraestructura, normativa y fiscalización ambiental.