El 81% de los argentinos considera que los espacios políticos hablan poco de educación, según un estudio realizado por la Fundación Cimientos y la consultora Isonomía. Los resultados evidencian una gran brecha entre el interés de la población por los temas educativos y su presencia en los discursos de los representantes.
La investigación, basada en una muestra de 1.500 personas de entre 18 y 75 años, reveló que el 76% considera que las propuestas educativas tendrán un peso “muy importante” o “bastante importante” en su decisión de voto durante las elecciones de este año. En cambio, el 18% le otorgará “poca” o “ninguna” relevancia, mientras que un 6% no supo o no respondió.
Cuando se consultó si los políticos están hablando de educación, el 81% contestó que “poco” o “nada”, apenas un 16% que “mucho” o “bastante”, y el 3% restante no respondió.
Estos datos muestran claramente la discrepancia entre la demanda social y la percepción sobre la agenda política.
La directora ejecutiva de la Fundación Cimientos, Mercedes Méndez Ribas, vinculó este escenario con una preocupación concreta. Afirmó que “La educación se está consolidando como un valor central en la decisión de voto de los argentinos, y lo más relevante es que esta valoración comienza a atravesar a todos los sectores sociales”.
Explicó que “La educación es la herramienta que más impacto genera en el desarrollo de los jóvenes: quienes terminan el secundario tienen el doble de chances de acceder a un empleo formal, y si cuentan con una red de apoyo, esas oportunidades se duplican. Que los argentinos estemos exigiendo propuestas educativas a nuestros representantes es una señal alentadora de que entendemos la magnitud del desafío que tenemos por delante”.
Los datos del Censo 2022 refuerzan esta mirada. Cuatro de cada diez jóvenes de entre 19 y 20 años no logra completar la escuela secundaria, y en sectores de alta vulnerabilidad social, siete de cada diez no logra finalizarla. En cuanto a la valoración de las propuestas educativas, el estudio muestra que entre quienes solo completaron la primaria, el 63% las considera “muy” o “bastante” importantes. Entre quienes finalizaron la secundaria, ese porcentaje asciende al 71%, y entre quienes alcanzaron estudios terciarios o universitarios, la valoración llega al 82%.
Estos números confirman que la educación sigue siendo un tema clave para los argentinos. Sin embargo, aún falta traducir esa preocupación social en políticas sostenidas.
Más allá de los períodos electorales, la educación debe permanecer en el centro de la agenda pública, como motor del desarrollo sostenible y herramienta esencial para superar los problemas estructurales del país —empleo, vivienda, salud y seguridad—.
De hecho, entre los jóvenes que completan la escuela secundaria, el 83% se encuentra trabajando y/o estudiando, una cifra que evidencia las oportunidades que abre el acceso a la educación de nivel superior.