Recorriendo la ciudad vecina, como en cada primavera por estas fechas de finales de noviembre, puede apreciarse la singular belleza del jacarandá, especialmente en algunas arterias donde su presencia adorna el paisaje urbano desde las veredas, generando un ambiente especial.
Originario de Sudamérica, esta especie crece abundantemente en el noreste de Argentina, el sur de Brasil, Bolivia y Paraguay. Es una especie nativa de esta región subtropical, aunque se ha adaptado con éxito a diferentes climas y se ha introducido en muchas otras partes del mundo, convirtiéndose en un árbol urbano popular, apreciado por el extraordinario contraste generado por el lila-azulado de sus flores contra el verde de las hojas y el cielo azul, creando un efecto visual vibrante y estético.








