Producto de una reciente donación, el Museo municipal de Ciencias Naturales Vicente Di Martino, incorporó una valiosa colección de caracoles de todo el mundo, que atesora una estrecha vinculación con la sala y con su impulsor y creador.
Como lo contó Natalia, una de las hijas de Di Martino en una reciente crónica, a principios de la década de 1980, el Dim entabló una estrecha relación con Gustavo Pollitzer, un notable y reconocido ingeniero con el que realizó diferentes estudios en las costas montermoseñas.
Gustavo era un apasionado de la malacología (estudio de caracoles). Viajó por todo el mundo con su familia y eso le permitió hacerse de una importantísima colección de caracoles que fue creada con fines educativos. En el año 1980 prestó su colección para exponerla en el museo. El éxito de aquella exposición fue enorme; tanto el museo como la ciudad, que en ese entonces era un pueblo pequeño, fueron mencionados en todos los medios regionales.
En diciembre del año pasado, la esposa de Gustavo, Ana, se comunicó para contar sobre el fallecimiento de Gustavo, ocurrido un tiempo atrás, mencionando que aquella colección había permanecido guardada y atesorada en la casa familiar desde entonces.
Cuarenta y cinco años después, Ana y sus hijos tomaron la decisión de donar a una institución educativa esas valiosas piezas, razón por la cual pensaron en el museo de Monte, para continuar con el legado de Gustavo y hacer honor a aquellos tiempos de investigación, estudio y aventuras vividas junto al querido Dim.
Las autoridades de la sala aclararon que «si bien el museo hoy tiene en vigencia la campaña Yo Regreso, que nos enseñó el valor que tiene cada una de las especies que habitan la playa para nuestro ambiente, nos pareció una linda oportunidad para que la comunidad local y turística pueda disfrutar, investigar y conocer esta magnífica muestra de caracoles del mundo».