Este lunes 28 de julio dio inicio en Roma el Jubileo de los Jóvenes, una celebración internacional que convoca a peregrinos de todo el mundo. La ceremonia inaugural fue presidida por el Papa León XIV, quien alentó a las nuevas generaciones con mensajes de fe activa y compromiso por la paz.
Durante su intervención, el Pontífice invitó a todos a “ser testimonios de la paz de Jesucristo”, concluyendo con un grito unánime por la esperanza: “¡Queremos la paz en el mundo!”, coreado junto a los jóvenes reunidos en Tor Vergata. “Ustedes son la sal de la tierra, luz del mundo… y sus gritos serán escuchados hasta el fin del mundo”, añadió el Papa, subrayando la responsabilidad de los jóvenes como mensaje vivo de esperanza .
Además, León XIV instó a ser “signos de esperanza en el mundo”, destacando la oportunidad que este encuentro representa para llevar la gracia divina más allá de Roma, hacia Italia y el resto del planeta .
En la homilía previa a la llegada del Papa, el cardenal Rino Fisichella reflexionó sobre la fe como encuentro y acción: “No tengan miedo de ser testigos de Cristo resucitado”, destacó, enfatizando que el testimonio cristiano debe traducirse en vida concreta .
En Roma se destaca una vez más la fuerte presencia argentina: más de mil jóvenes de distintas provincias llegaron a la capital Italiana, acompañados por líderes pastorales y autoridades eclesiásticas.
El Jubileo de los Jóvenes, que se extenderá hasta el 3 de agosto, ofrecerá celebraciones litúrgicas, talleres formativos, visitas a espacios religiosos y momentos de oración comunitaria. También están previstas instancias de encuentro por regiones y la participación del Papa en eventos clave, como la vigilia del 2 de agosto y la misa del 3 en Tor Vergata.
Este espacio jubilar no solo representa un evento espiritual, sino también una oportunidad para el intercambio cultural y el compromiso social. Los jóvenes son convocados a ser agentes de cambio, sembrando esperanza en medio de un mundo marcado por las desigualdades y los conflictos.
