En medio de los conflictos armados que sacuden al mundo, León XIV renovó su firme llamado a la paz con un mensaje claro y directo: “La guerra no prevalecerá”. Lo hizo en el marco de sus intervenciones recientes desde el Vaticano, donde volvió a apelar al compromiso personal como base para la construcción de una paz verdadera y duradera.
“La paz es un compromiso personal que nace del corazón”, expresó el Sumo Pontífice durante una de sus últimas catequesis, donde invitó a cada persona, creyente o no, a adoptar una actitud activa frente al conflicto. Acompañado por el eco del magisterio de Francisco y de sus predecesores, el Papa insistió en que “nada se pierde con la paz, todo puede perderse con la guerra”.
León XIV también se refirió al sufrimiento de los pueblos afectados por los enfrentamientos en Ucrania, Irán, Israel y Gaza. “Es un grito que llega al corazón de Dios”, sostuvo, al tiempo que remarcó el derecho de los niños a vivir en un mundo sin violencia. En ese sentido, pidió combinar la oración con gestos concretos y la “valentía de dar pequeños pasos” hacia la reconciliación.
Además de sus mensajes pastorales, la diplomacia vaticana también intervino en foros internacionales. En su participación ante las Naciones Unidas, el representante de la Santa Sede, arzobispo Gabriele Caccia, reclamó medidas urgentes para proteger a los civiles y llamó a prohibir armas indiscriminadas, como minas terrestres y bombas de racimo, en cumplimiento del derecho internacional humanitario.
Desde el plano diplomático, el cardenal Pietro Parolin aseguró que el Vaticano mantiene su compromiso activo con iniciativas de paz. Afirmó que se espera con expectativa la próxima cumbre internacional en Estambul, donde podría reabrirse el diálogo por Ucrania. Aunque evitó confirmar una eventual visita papal a ese país, sostuvo que León XIV no cesará en sus llamados al cese de hostilidades.
También en este contexto, el Papa mantuvo encuentros con representantes de obras de ayuda a las Iglesias orientales, con el foco puesto en Siria, Gaza, Armenia y Etiopía. Allí alentó a sostener el trabajo comunitario “como fermento de concordia”, y volvió a destacar el rol de la Iglesia como puente entre los pueblos.
Con una postura firme y sin ambigüedades, el mensaje del Papa León XIV busca mantenerse como guía en un escenario global cada vez más tensionado. Frente al avance del rearme, la creciente indiferencia ante los conflictos y la falta de soluciones sostenibles, el llamado desde Roma insiste en que la paz debe construirse desde el interior de cada persona, con coraje, coherencia y compromiso.