El cielo despejado del sábado por la noche fue el escenario ideal para “Observando el Lado Oscuro”, una propuesta cultural y astronómica que reunió a decenas de personas en el Centro de Observación Astronómica local. Bajo la luna llena y con la música de Pink Floyd como banda sonora, el evento combinó ciencia, arte y emociones en una singular experiencia sensorial.
Pasadas las 21.30, los asistentes comenzaron a llegar al predio del COAMH, convocados por una velada diferente: observar la luna a través del telescopio principal mientras sonaba en vinilo The Dark Side of the Moon, uno de los discos más influyentes en la historia del rock, presentado por Matías Rico, conductor del programa Rock and Show. La propuesta musical fue acompañada por la proyección del clásico film Le Voyage Dans La Lune (1902), de Georges Méliès, que transportó a los presentes a los orígenes del cine de ciencia ficción.
La previa también tuvo su momento especial: durante la tarde, circuló en redes un video con un saludo de Pulse – Tributo a Pink Floyd. Desde su sala de ensayo, la banda interpretó un fragmento de The Great Gig in the Sky, generando un puente emotivo entre los músicos y el público del evento. Dirigidos por Juan Ciminelli, los integrantes de Pulse reafirmaron su conexión con Monte Hermoso, donde ya habían dejado su marca en anteriores presentaciones.
Concurrencia récord
Con 79 reservas confirmadas a través del sitio web oficial, la actividad alcanzó un récord absoluto de concurrencia para el observatorio. Vecinos de Monte Hermoso, Sauce Grande, Punta Alta, Coronel Dorrego y otras localidades cercanas formaron parte de una audiencia diversa, que se fue acomodando con paciencia y entusiasmo para mirar el cielo, escuchar música y compartir.
La bienvenida oficial estuvo a cargo de Gonzalo Lastra, responsable del COAMH, quien agradeció la presencia del público y destacó el trabajo del equipo que hizo posible la actividad. También mencionó la labor de Matías Rico, impulsor de la propuesta musical, y repasó las acciones que el observatorio desarrolla durante todo el año.
Rico, por su parte, ofreció una introducción apasionada sobre el disco protagonista de la noche. Explicó su historia, su concepto y la vigencia que mantiene desde su lanzamiento en 1973. Pero aún quedaba una sorpresa: tras finalizar la reproducción del vinilo original, se colocó en la bandeja una edición limitada grabada en vivo durante la gira de Pink Floyd por Inglaterra en 1974, una verdadera joya para los fanáticos.
La experiencia se vivió con intensidad desde distintos ángulos: hubo quienes descubrieron el disco por primera vez, otros que lo escucharon con nostalgia, y muchos que se dejaron llevar por el clima inmersivo que propuso el evento. La luna, brillante y silenciosa, acompañó la velada como testigo privilegiada.
Tras más de dos horas de actividad, la jornada culminó con un servicio de catering que propició charlas distendidas, recuerdos compartidos e ideas para próximas actividades. El evento dejó una marca imborrable en los presentes, consolidando al observatorio como un espacio donde la ciencia, la cultura y la comunidad se encuentran.
“Observando el Lado Oscuro” no fue solo una propuesta de divulgación: fue un homenaje a la imaginación, a la música como lenguaje universal y a la mirada curiosa que sigue buscando respuestas en el cielo.