Julio Coñoen, el chef concejal: “Cocinar en un restaurante de Monte Hermoso es todo un desafío”

Al frente de la cocina del Complejo Americano, admite que le gusta “hacer temporada en distintos destinos turísticos para conocer los productos de cada lugar”

Chef Julio Coñoen

“En esta región la gente se enloquece por un buen bife de chorizo, un lomo o un asado, está bien, porque estamos en la provincia de Buenos Aires, pero me llama la atención que estando tan cerca del mar no se consuma mucho más pescados y mariscos”.

Lo dice Julio Coñoen en el marco de una entrevista que emitió el fin de semana pasada un programa de radio de la emisora bahiense LU2.

“Es muy extenso el mar que tenemos y muy variada la oferta gastronómica que viene de allí. Entonces, si los cocineros podemos hacer nuestro aporte para que la gente conozca y pruebe lo que tal vez hoy le parece extraño al paladar, creo que muchos van a sorprenderse con el sabor de nuestros frutos de mar”, agregó el conocido chef de nuestra ciudad, quien es, además, concejal municipal.

Trayectoria

Julio nació en Santiago de Chile y llegó a Monte Hermoso de chico. “Después, cuando terminé la escuela secundaria me radiqué en Ushuaia, Tierra del Fuego, donde estudié gastronomía para cumplir mi sueño de dedicarme a cocinar profesionalmente”, reseñó.

Fue chef del Club Náutico de Tierra del Fuego y en nuestra región estuvo a cargo de la cocina de varios restaurantes, entre ellos el del Hotel Provincial de Sierra de la Ventana.

Durante 12 años, del 2004 al 2016, capitaneó el equipo del restaurante La estación.

En la actualidad está al frente de la cocina del Complejo Americano, que esta temporada no solo luce novedades en su atractiva infraestructura sino que amplió su propuesta gastronómica. “Siempre partimos de la idea de que uno debe adaptarse al lugar donde está y a los gustos de los consumidores, aunque es posible darle a todo la impronta personal”, comentó en un tramo de la nota.

“En el Complejo Americano, por ejemplo, trabajamos con langostinos de primera calidad, pero además los salteamos con aceite de oliva de Coronel Dorrego, que no es cualquier aceite sino que es ganador de premios internacionales. Esas son las cosas que hacen la diferencia”, explicó.

Los platos fuertes

Para comer frente al mar propone “unas buenas rabas y una tabla de mar; es lo primero que me viene a la cabeza: rabas y una tabla con cornalitos, calamaretes, pulpitos y una cazuela completa con cholgas, mejillones, langostinos, camarones y demás, en una salsa sarteneada con puerros, pimientos rojos y amarillos”, detalla.

Para Julio esos platos son “la estrella de la temporada”, que completan el podio con “el lomo con salsa de hongos negros de pino chileno, champignones y portobellos. Con un buen malbec, hacen una experiencia única. Incluso esa salsa se puede combinar con unos fusilli que hacemos o los ravioles de espinaca y carne”, indicó.

La experiencia de degustar algo así frente al mar, contemplando la caída del sol, es única”, remató, aclarando que en el menú del Americano no faltan los platos tradicionales de carnes, pastas y pizzas, “con masa preparada por nosotros mismos, y las empanadas de carne cortada a cuchillo, que considero mi especialidad”.

Le gusta, dijo, “hacer temporada en distintos destinos turísticos y conocer los productos de cada lugar. Uno siempre sigue aprendiendo. Toda la vida, creo. No solo de los colegas sino también de sus alumnos o incluso de la gente que está a cargo de uno en un restaurante. Hay improntas y técnicas distintas muchas veces se descubren al visitar otras regiones, incluso para un mismo producto”, indicó.

Con respecto a Monte Hermoso, dijo que no se parece a nada dentro de esta región: “Es comparable tal vez con Mar del Plata o alguna otra playa de la costa. El cúmulo de gente que pasa por aquí un fin de semana de la temporada no se puede dimensionar y eso hace que cocinar en un restaurante local sea todo un desafío”.

Secretos compartidos

En el último tramo de la requisitoria periodística compartió algunos datos útiles para la práctica culinaria.

“Sal y pimienta es un maridaje fundamental para toda carne. Si únicamente se usa la sal, el plato sale insulso. La otra gran combinación, que me encanta, es la de pimiento, aceite de oliva extra virgen, ajos en láminas y pimentón. Es un sabor hipnótico”, entusiasmó.

Señaló como el peor error en la cocina subestimar lo simple: “Un camarón al ajillo con aceite de oliva y pimentón puede parecer fácil, pero si agregás los condimentos a destiempo arruinás el plato. Si lo hacés correctamente, es una delicia”.

Coñoen, que también es formador en la materia, es de la idea de que “todo el mundo puede cocinar bien, solo hay que hacerlo con dedicación, los utensilios necesarios, estricta higiene y las técnicas adecuadas”.

También confesó que desconfía de los cocineros que no prueban sus platos: “Para saber si alguien es buen cocinero me fijo en tres cosas básicas: si sabe hacer una masa de pan, de pizza o de torta con la técnica adecuada; si sabe hacer un huevo frito y si sabe cebar un buen mate», remató.

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