Aunque se alude a ella como “la novia de Fantino”, Coni tiene una extensa y destacada carrera en el glamoroso mundo del modelaje, de la moda, y de la publicidad y el marketing, que comenzó mucho antes de conocer al popular conductor de televisión.
Hace varios años que su imagen aparece asociada a otras marcas y negocios, claro que en ámbitos más reducidos y sofisticados, con escasa exposición pública.
María Constanza “Coni” Mosqueira, oriunda de Bahía Blanca, es la del medio de tres Marías (Florencia y del Cielo completan el nombre de sus dos hermanas), que con el menor, Juan Segundo, conforman la familia que plasmaron María de los Ángeles y Alejandro, sus padres, en el hogar que habitaban en cercanías del estadio de fútbol del Club Villa Mitre, del cual no oculta su preferencia el intendente Dichiara.
Hace algo más de diez años que se radicó en Buenos Aires. En los comienzos de su carrera vivió nueve meses en México, dos en Chile y un mes en Turquía.
Sin embargo, a pesar de la frenética actividad que siempre rebalsó la agenda, sus viajes a Bahía y su paso por Monte siempre fueron frecuentes; la familia y los amigos tienen un peso significativo en su vida.
El comienzo
Fue el agente de modas Pancho Dotto quien la instó a viajar a Buenos Aires al verla en un desfile en el verano montehermoseño.
Así cuenta Coni cómo fue el inicio de su carrera: “A los catorce acompañé a mi hermana (la mayor) y a mi prima a un curso en una escuelita de modelos (Palihue Modas) y me terminé enganchando.
“Después pasé a la agencia Home Moda con la que integré el plantel de modelos del Bahía Blanca Plaza Shopping”.
Fue durante una presentación que hicieron en Monte Hermoso cuando ocurrió el determinante encuentro con Dotto. Esa reseña sobre el comienzo de una trayectoria que la depositó en el podio de las más reconocidas, consta en una nota que publicó la revista VEME, que circula en el barrio bahiense Villa Mitre, en 2015, cuando Coni tenía 23 años.
En la gran ciudad
Consultada por aquel entonces sobre los primeros tiempos en la capital explicó: “Como mi familia no estaba en condiciones de afrontar un alquiler me recibió una tía en Lomas de Zamora. Ahí crecí de golpe, tuve que empezar a arreglármelas sola, ya no tenía a mamá con la cena lista, la ropa lavada o llevándome de acá para allá, pero había ido a cumplir mi sueño”.
En paralelo comenzó a estudiar Biología, “pero al año y medio tuve que dejar, sobre todo porque empecé a viajar mucho por la profesión”, explicó.
“Cero rutina”, respondió al método que exigía su preparación: “A pesar de que heredé de mis padres la altura (mide 1,78) y la delgadez, me cuido. Tengo una entrenadora personal cuatro o cinco veces por semana y cuando viajo me llevo sus indicaciones y un plan de comidas sanas, para no tener excusas; no como frituras, mi debilidad son los dulces pero no dejo de comerlos, como hacen algunas, que cuando llega un evento o las contratan para una campaña cierran la boca por dos días. Dejar de comer me parece una locura. La alimentación es algo básico. Si el cuerpo está sano, la mente también. Y si bien hoy se usa la flacura extrema, soy de las que prefieren las curvas” sentenció.
El mundo de la moda
“Cambió muchísimo, ya no es como pasaba antes con las supermodelos como Valeria Mazza y otras; hoy no somos figuras conocidas, salvo en el ambiente. Ahora abundan actrices y personajes mediáticos que hacen campañas o participan en desfiles, aunque en eventos específicos o muestras de alta costura no. De todas formas, el espectáculo no es para mi, quiero seguir en las pasarelas”, confesaba en aquel reportaje.
De Monte a Miami
Según supimos, casi sin escalas, la pareja pasó de nuestras playas a las de la costa de Florida, en el sureste de Estados Unidos para continuar sus vacaciones. Antes habían ido a Bahía Blanca por el casamiento de la hermana mayor.
A través de las redes sociales compartió algunas fotos de su estadía en el nuevo destino, una de las cuales acompañó con el siguiente texto: “Dato: si van a Miami no dejen de visitar Naples, tiene los atardeceres más lindos que vi. Después de los de #montehermoso, obvio”.