Con la tradicional fórmula “Annuntio vobis gaudium magnum: habemus Papam!”, el cardenal Dominique Mamberti anunció este jueves desde el balcón central de la Basílica de San Pedro la elección del nuevo Pontífice: el cardenal estadounidense Robert Francis Prevost, quien ha elegido el nombre de León XIV, convirtiéndose en el 267º papa de la historia.
La elección se produjo a las 18:07 (hora de Roma) y representa varios hitos históricos: es el primer papa perteneciente a la Orden de San Agustín, el primero oriundo de Estados Unidos y el segundo pontífice originario de América, tras el argentino Francisco. Nacido en Chicago el 14 de septiembre de 1955, Prevost tiene 69 años y fue hasta ahora prefecto del Dicasterio para los Obispos y presidente de la Pontificia Comisión para América Latina.
El ahora Sumo Pontífice tuvo extensa tarea pastoral en Perú como obispo de Chiclayo, una de las cinco ciudades más pobladas de ese país latinoamericano.
Por qué eligió llamarse León XIV
El nuevo Papa decidió adoptar el nombre de León XIV en homenaje a León XIII, cuyo papado (1878–1903) se destacó por tender puentes con el mundo moderno. En 1891, León XIII publicó la encíclica Rerum Novarum, considerada el texto fundacional de la Doctrina Social de la Iglesia, que defendió los derechos de los trabajadores frente a los excesos del capitalismo y del socialismo de la época.
Al asumir ese nombre, es probable que Prevost sugiera que su pontificado podría orientarse al diálogo social y a una renovación del compromiso con los sectores más vulnerables.
Trayectoria del nuevo Pontífice
Robert Francis Prevost ingresó a la Orden de San Agustín en 1977 y fue ordenado sacerdote en Roma en 1982. Tras doctorarse en Derecho Canónico, desarrolló una extensa labor pastoral en Perú, donde se radicó durante más de una década. En ese país fue prior, formador, docente en seminarios y párroco en barrios periféricos de Trujillo.
En 1999 fue elegido Prior Provincial de su congregación en Chicago, y en 2001 Prior General de los agustinos, cargo en el que fue reelegido en 2007. Regresó luego a América Latina, donde se convirtió en obispo de Chiclayo y vicepresidente de la Conferencia Episcopal Peruana.
Su compromiso pastoral y su experiencia en la formación eclesiástica lo llevaron a integrar diversos organismos del Vaticano, como las congregaciones para el Clero, los Obispos, la Doctrina de la Fe, y la Evangelización. En 2023, el Papa Francisco lo designó prefecto del Dicasterio para los Obispos y lo creó cardenal.
Un nuevo rumbo en la Iglesia
La elección de León XIV se produce en un contexto de múltiples desafíos para la Iglesia: las guerras, la crisis ambiental, las desigualdades sociales y los debates internos sobre el rumbo del catolicismo en el siglo XXI. Con una sólida formación académica, vasta experiencia pastoral en América Latina y un perfil dialoguista, el nuevo Papa parece reunir las condiciones necesarias para continuar con la línea reformista de su predecesor, sin perder de vista las raíces doctrinales de la Iglesia.
El mundo católico inicia así una nueva etapa bajo la guía de León XIV, quien, como su nombre lo sugiere, podría volver a colocar en el centro de la escena los principios sociales de la fe cristiana.