Un sábado soñado, mágico, maravilloso. Un viernes cálido y un domingo frío y ventoso para cerrar. Monte Hermoso vivió un fin de semana en el que hubo de todo. Ya desde primer día del año se veía llegar mucha gente y se presagiaba lo mejor. El termómetro llegó marcar 35° como temperatura máxima, aunque también durante el domingo hubo momentos de viento y frío que invitó a salir a pasear lejos del mar.
La gente se dio cita disfrutando la posibilidad de mantener el distanciamiento. Agrupados por familia o por amigos, portando sombrillas, reposeras, heladeras, baldecitos y palitas… todos se encontraron en la costa montehermoseña.
El mar cálido y amigable del sábado, dando lugar a los deportes acuáticos: velas, windsurf, remo, kayak. Todo fue posible el sábado mientras jugabas un tejo, caminabas aprovechando la costa, conversabas, escuchabas música y llevabas tu perrito… un poquito más alejado del sector céntrico.
Y con esa misma calidez llegó la noche. Ideal para seguir en la playa ya portando una heladerita pero cargada de cerveza. Otra vez los jóvenes se dieron cita en la costanera para generar el espacio de baile, tragos, charla, amoríos y promesas.
Algunos otros, los adultos más jóvenes invadieron los paradores, generando otra vez un estado de alerta y preocupación por el exceso de gente que no se está respetando.
Y otra vez la peatonal a pleno en una noche ideal, disfrutando unos platos, unos tragos y la voz de Tato Sánchez en la peatonal Dufaur.
Algunas preocupaciones y reclamos
Muchos están preocupados. Por ejemplo la gente mayor. Dicen que no se exige el cumplimiento de los protocolos. Por ejemplo un concurrido supermercado tuvo que brindarle el libro de quejas a una señora que quería dejar registrado la falta de controles en el ingreso de gente (había más del 70% de la capacidad del local con gente comprando, según expresó la señora).
Los inspectores de playa que transitan al rayo del sol pidiéndole a la gente que use el tapaboca, siguen siendo el foco del malhumor y, lamentablemente, hasta del insulto. Los inspectores de tránsito gastaron sus talonarios haciendo multas por mal estacionamiento.
También se hicieron sentir las quejas por los excesos en los precios de algunos comercios y los estafadores de siempre que le cobran a la gente señas por alquileres de viviendas que no existen.
Una vez más, se hace necesario reforzar la imperiosa necesidad de cuidarnos. De respetar los protocolos y hacérselo respetar también al otro. No es solo porque se teme que el Presidente Alberto Fernández nos ponga un «toque de queda sanitario», sino porque las cifras por casos activos crecen día a día.
Más allá de todo esto, Alejandro Fantino disfruta sus vacaciones en nuestras playas y promociona felizmente nuestro balneario en sus redes sociales.
