Mundial Qatar. Entre la scaloneta, los deseos de ganar y los santos paganos

Brujo Atahualpa

Apenas unos días nos separan de la posibilidad de cumplir un sueño. La alegría de ganar el mundial de fútbol. Y por eso, se revelan hoy no solo nuestros deseos, sino también nuestras cábalas.

Más allá de las que cada argentino tiene a nivel personal, los «brujos» de la “brujoneta” hacen sus predicciones. Y si… es verdad, para el fanático todo recurso es válido, y las ofrendas paganas lo son.

Todos los partidos fueron un desafío, especialmente después del primero en el que la selección nacional no pudo contra Arabia Saudí. A partir de ahí, la hinchada más fervorosa y apasionada puso en marcha su mecanismo de aliento. Han llamado la atención en el mundo por esa maravillosa manera de animar desde el minuto uno hasta el final de cada partido a un grupo de muchachos (igual de apasionados) que de la mano del capitán Lionel Messi arremetió en Qatar con el afán de quedarse con la copa.

Cada uno ayudó a su manera. Y ahora conocemos también a aquellos que se autodefinieron en la red del pajarito, como la “brujoneta”. Es un grupo de profesionales del rubro místico que confía en sus expertos trucos colaborativos del triunfo o que han anticipado con éxito los resultados esperados.

Hasta ahora se destaca el brujo Atahualpa (foto), ciudadano neuquino que se ha consagrado –luego de sus cuatro predicciones exitosas– como el mejor referente de las proyecciones mundialistas. Aunque más allá de eso, también advirtió que el rival que nos aguarda en la final, Francia, está “muy protegido” por “fuerzas oscuras”.

Es por eso que aconsejó propulsar buenas energías hacia nuestro equipo y no malas vibras hacia el rival porque esto iría en contra de nuestros objetivos.

Muchos creen y cumplen. Cualquier estrategia es buena para sentir que desde casa se hizo algo más que alentar.

Las recomendaciones sencillas y de buenas vibras para hacer en casa: usar tres hojas de ruda macho en el zapato izquierdo y colocar siete hojitas de laurel sobre el televisor o en la mesa de casa. El laurel representa el triunfo: la scaloneta llegará al país con el trofeo que demuestra que es el mejor equipo.

Sin embargo, más allá de estas tradiciones paganas, los creyentes católicos también hacen su aporte con la fe en sus santos, el encendido de velas y el rezo hacia ellos.

Entre los unos y los otros, un equipazo deja su profesionalismo y su fortuna (con referencia a la buena suerte) para demostrar al mundo que es el mejor.

Foto, Claudio Espinoza, LM Cipoletti

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