La popular frase no hay mal que por bien no venga podría remitirnos a la industria de los hidrocaburos en Argentina, a partir de una situación que podría catalogarse de negativa o adversa pero que derivará en algo beneficioso.
Vale el dicho para el problema que hoy enfrenta Vaca Muerta con los líquidos del gas natural, ya que si bien obligará a crear en el corto plazo más complejos para su separación, se calcula que serán tantos los líquidos que se obtendrán que su exportación generará por año unos 5.000 millones de dólares extras.
«Me quedé corto con que Vaca Muerta va a exportar 30.000 millones de dólares en 2031, porque el GNL es wet», aseguró el presidente y CEO de YPF, Horacio Marín, refiriéndose justamente al impacto que tendrán los líquidos del gas, para lo cual remarcó que «van a hacer falta dos Compañía Mega más», la principal separadora de estos productos que hoy opera en el país.
Los líquidos del gas son una cadena de carbonos que deja el petróleo al estar junto al gas. Son el propano y butano, usados en las garrafas y vendidos como GLP, el etano que se usa en la industria del plástico y la gasolina natural.
Si bien las siglas pueden generar una confusión, los líquidos del gas se identifican como NLG’s (por su sigla en inglés de Líquidos del Gas Natural) y no tienen relación con el GNL que es Gas Natural Licuado, es decir gas natural como el que usamos en casa −técnicamente es metano− pero que solo cambió del estado gaseoso al líquido por medio de un proceso térmico.
Estos líquidos se encuentran siempre que hay producción de gas vinculada con la de petróleo o a la inversa, y no son algo novedoso pues tanto Compañía Mega como Transportadora Gas del Sur (TGS) realizan su separación, venta, e incluso exportación, desde hace décadas.
Un lindo problema
El punto de quiebre para que hoy sean un «problema de los lindos» está en el auge de la producción de Vaca Muerta, pues toda la ventana de manufactura o zona entre las áreas que aportan petróleo y las centradas en gas de la formación −en especial la del gas húmedo− tienen no solo la presencia de estos líquidos sino una cantidad tan alta, que es necesario separarlos para que el gas que se envía a las casas e industria respete las normas vigentes.
Como es sabido, la producción de petróleo y gas de Vaca Muerta tiene dos enormes proyectos por delante que harán que se multiplique. Por un lado, está el proyecto petrolero de Vaca Muerta Oil Sur (VMOS), el oleoducto y puerto en Río Negro que ya está en construcción y que comenzará a exportar petróleo el año que viene pero con una cantidad de líquidos que ya llevaron a que YPF junto con Pluspetrol diseñen un plan para toda la industria: Vaca Muerta Liquids.
Y es que si este proyecto petrolero ya aportará una cantidad enorme de estos líquidos con alto valor de exportación, luego vendrá el segundo gran proyecto de Vaca Muerta, que es la exportación de GNL. En este caso, no solo vale recordar que Marín anticipó que el gas para el proyecto será «wet», es decir que el gas para el GNL vendrá de esa ventana de Vaca Muerta que tiene la mayor cantidad de estos líquidos, sino que, además, por el propio proceso del GNL es necesario separarlos previamente.
Si bien se explicó que el GNL es gas natural, es esencialmente metano, por lo cual estos otros carbonos como el butano, propano, etano y la gasolina líquida deberán ser extraídos previamente, al igual que todo rastro de agua, antes de llegar a los barcos fábricas que lo licuarán.
Vaca Muerta Liquids
El gerente de Desarrollo Comercial de Pluspetrol, Sergio Cavallin, explicó hace unos días, en una charla organizada por el Mercado Electrónico del Gas (Megsa), que el proyecto Vaca Muerta Liquids apunta a dar, precisamente, una solución a ese lindo problema que consideró deberá comenzar a montarse el año que viene dado que para el 2029 es «necesario que esté listo».
Cavallin indicó que si bien la iniciativa de un poliducto nuevo que llegue a la costa atlántica para allí separarlos y exportarlos es un plan liderado junto a YPF, la propuesta está abierta a todas las empresas de Vaca Muerta que estén interesadas en sumarse.
Según detalló, con una inversión de 2.000 millones de dólares y con condiciones para poder ingresar al Régimen de Incentivos a las Grandes Inversiones (RIGI) se podría desarrollar un sistema de tratamiento modular que inicie con 2 millones de toneladas al año de líquidos y pueda escalar hasta las 12 millones de toneladas anuales, un punto en el que se generarían exportaciones por más de 5.000 millones de dólares al año.
Las cuentas no solo marcan además que la separación de estos líquidos en la producción de las áreas ubicadas en la ventana del gas húmedo, como son el caso de La Calera, permiten incrementar hasta un 35 % el valor de esa producción y hasta un 8 % en el caso de la ventana del petróleo.
El plan está aún en la etapa de diseño, y si bien ya se tienen contactos con potenciales compradores de esa producción −en especial del mercado asiático− no solo está aún sin definirse la separación del etano que podría hacer de Argentina la segunda exportadora a nivel mundial, sino que tampoco está cerrada la ubicación de la planta en la costa atlántica, pues por ahora la extensión del poliducto de entre 500 a 600 kilómetros podría dar tanto en Buenos Aires, como sucede hoy con las plantas de Mega y TGS, como en Río Negro, en donde se instalarán los proyectos VMOS y del GNL.
*Fuente, Victoria Terzaghi en Río Negro.com.ar