Para este miércoles 1 de octubre estaba previsto el comienzo de una nueva exploración científica que se propone investigar los cañones Bahía Blanca y Almirante Brown, frente a las costas de Río Negro y Chubut, que guarda similitud con la realizada en el Cañón Submarino Mar del Plata, sobre la que disertaron en Monte Hermoso cuatro de los profesionales que participaron en ella.
Como en la ocasión anterior, la campaña se llevará a cabo a bordo del buque Falkor (too), propiedad del Schmidt Ocean Institute, cuyo recorrido contempla el sistema de cañones Bahía Blanca, a 500 kilómetros de las costas de Viedma, Río Negro, y el sistema de cañones Almirante Brown, a unos 450 kilómetros de Rawson (Chubut).
La expedición está dirigida por la oceanógrafa Silvia Romero, del Servicio de Hidrografía Naval, acompañada por Laura Ruiz Etcheverry (CIMA-Conicet), Graziella Bozzano (SHN) y Ornella Silvestri (SHN y Conicet). El equipo de 25 integrantes incluye científicos de instituciones nacionales e internacionales como INIDEP, IADO-Conicet, IFAECI, la Fundación Williams, la NASA y el CNES.
Esperando repetir la masiva repercusión de la anterior investigación, habrá transmisiones en vivo que estarán disponibles en el canal de YouTube del Schmidt Ocean Institute y en la cuenta de Instagram @ecosde2caniones, donde se compartirán imágenes y novedades de la travesía según avance el trabajo científico en la plataforma y cañones del Mar Argentino.
Según información que brindó Valeria Chavez en Infobae, el objetivo central es comprender cómo los cañones submarinos del litoral patagónico y la Corriente de Malvinas interactúan en la fertilización de la plataforma continental argentina, estudio con el que se espera determinar por qué la región alberga una biodiversidad tan elevada y cuál es la relación de estos procesos con los recursos pesqueros y las variables climáticas.
La expedición durará cerca de un mes, hasta el 29 de octubre, y según se explicó se utilizará un vehículo autónomo submarino, Glider, para recorrer el cañón norte de Bahía Blanca y obtener perfiles de temperatura, salinidad y oxígeno, parámetros clave para entender el comportamiento de las masas de agua.
Además, se colocarán tres instrumentos en el fondo marino que permanecerán durante un mes para medir los desplazamientos de la Corriente de Malvinas y se implementarán boyas derivantes con GPS, lo que permitirá seguir la trayectoria superficial y calcular la velocidad de las corrientes.
La campaña sumará estaciones de muestreo de agua y sedimentos a diferentes profundidades para analizar fitoplancton, carbono y zooplancton microscópico utilizando una roseta con botellas Niskin. El robot submarino ROV SuBastian realizará cinco inmersiones para observar el fondo y recolectar muestras.
Los resultados de la expedición brindarán datos concretos sobre el papel de los cañones y de la Corriente de Malvinas en la fertilización de las aguas del Atlántico Sur, un área determinante para la biodiversidad y la economía pesquera. El conocimiento obtenido contribuirá a la gestión sostenible de los recursos marinos y a la conservación de uno de los ecosistemas más productivos del planeta.