¿Se viene el homeschooling en Argentina? ¿Qué significa y cuáles pueden ser sus efectos?

Homeschooling

Una de las tantas propuestas contenidas en el polémico y cuestionado DNU del presidente Javier Milei es la opción educativa denominada homeschooling, apelación que se refiere a la educación en el hogar.

Parece que volviéramos a muchas décadas atrás cuando era habitual entre las familias terratenientes o de clase alta que pagaran profesores particulares en el hogar para instruir a sus hijos, con una educación que tenía fama de ser de muy alta calidad y prestigio.

Pero los tiempos cambiaron, en nuestro país se instaló en 1884 la Ley 1.420 que establecía la enseñanza primaria gratuita, obligatoria y laica para todos los habitantes del país. Se crearon escuelas y se garantizó el derecho a la educación, que poco a poco fue extendiéndose no solo a las mujeres, sino que ahora la obligatoriedad abarca también las últimas dos secciones del nivel inicial así como todo el nivel de educación media.

Sin embargo, la pandemia de coronavirus que nos afectó a todos en el mundo puso una prueba de fuego a la educación. Y la virtualidad fue la herramienta que aportó alguna solución, no sin dejar consecuencias no solo respecto a lo educativo sino también al ámbito vincular entre los estudiantes y en el hogar, que tuvo que convertirse –indefectiblemente– en un espacio de estudio y responsabilidades.

Pero el homeschooling es un enfoque educativo que será opcional. Las familias pueden elegir educar a sus hijos en casa en lugar de enviarlos a la escuela. Quedará por resolver la acreditación de contenidos y la certificación de aprobación del nivel, que seguramente deberá ser en una escuela pública o en una escuela privada legalizada y reconocida oficialmente.

Lo cierto es que esta propuesta es una forma de privatizar la educación de uno y otro modo. Consistirá en diseñar y desarrollar un plan de estudios y avanzar en el progreso académico con una enseñanza personalizada.

Si hablamos de las ventajas de este enfoque, podríamos decir que habrá flexibilidad en el aprendizaje, que se podrá adaptar a las necesidades individuales de cada niño o niña, que las cuestiones de creencias, ideologías, religión o costumbres familiares quedarán protegidas en una educación hecha a medida, siempre y cuando –por supuesto– las familias estén en condiciones de afrontar los costos económicos de esta propuesta.

Entre los beneficios, también podemos pensar en la zona de confort que representa para el niño su hogar, sus ritmos, sus colores, sus olores; el estar en casa siempre hace bien.

Sin embargo, en este análisis tendremos que considerar también las desventajas de la enseñanza en el hogar.

– Escasa autonomía, que se logra cuando los y las niñas van a la escuela. Y lo van logrando poco a poco, ya que la separación de los padres es paulatina y además quedan al cuidado de otros adultos responsables y capacitados para atenderlos.

– Escasa colaboración para la construcción de su subjetividad, porque siempre están rodeados de la autoridad y la guía (impuesta) de los padres.

– Aislamiento social. Los niños educados en casa no construyen vínculos con otros niños, esto puede provocar ansiedad y depresión.

– Dificultades para recibir apoyo emocional de otros que no sean sus padres. Especialmente cuando en el hogar se producen situaciones de conflicto.

– Los padres no son docentes (por lo general), por lo tanto proporcionar una educación formal y de calidad puede generar stress y ansiedad que se reflejará en la exigencia de rendimiento académico a sus hijos.

– Falta de interacción con pares y adultos. Esto impedirá poder conocer otras perspectivas, otras trayectorias de vida, la comprensión del mundo. Su mirada de la realidad puede teñirse de un halo protector que en la vida fuera del hogar no existe. Así los niños no estarán preparados ni fortalecidos para las interrelaciones, placeres y dificultades de lo cotidiano.

– Cuando se trata de la educación de niños, niñas y/o adolescentes con discapacidad (PCD) no se beneficiarán con la inclusión, que les permite interactuar en un ámbito en el que están todos, donde las relaciones se desarrollan con fluidez y el abordaje de su educación es integral e inclusiva.

– Escasez de otras actividades extracurriculares como deportes, arte, campamento, música, etc.

– La evaluación del aprendizaje también será diferente a la que se encontrará en los estudios universitarios o de nivel superior. El reconocimiento de sus logros o el seguimiento dista mucho de lo que puede ser una educación personalizada en el hogar. En las casas de altos estudios, el estudiante debe enfrentar otros desafíos reales y contundentes. Sin el apoyo de los padres y con escaso seguimiento de profesionales. La empatía también se aprende con el otro.

La educación en el hogar como alternativa al sistema educativo tradicional tomó mayor relevancia desde la asunción del nuevo gobierno en Argentina

Un poco de historia

El resurgimiento moderno del homeschooling comenzó en la década de 1970 en Estados Unidos. A fines del siglo XX, varios factores contribuyeron al aumento del interés en este enfoque educativo. Algunos padres se sintieron insatisfechos con el sistema educativo tradicional y buscaron alternativas para adaptarse mejor a las necesidades específicas de sus hijos.

Factores como preocupaciones sobre la seguridad en las escuelas, problemas de acoso escolar o diferencias filosóficas y religiosas también influyeron en la decisión de optar por el homeschooling.

A medida que creció su popularidad, muchos estados en EEUU y en otros países comenzaron a establecer regulaciones y leyes para supervisar y regular el homeschooling. Esto variaba según la ubicación; algunos lugares requerían que los padres presentaran planes de estudio, informaran sobre el progreso académico o permitieran la evaluación de sus hijos por parte de profesionales educativos, mientras que otros no lo hacían y los niños quedaban en un vacío institucional importante.

En Colombia, en el año 2020 se presentó al Senado el proyecto “Ley homeschooling: Educación en Casa” (Castellanos y Sánchez, 2000), con el cual se busca modificar la Ley General de Educación (1994) y autorizar la realización de la educación preescolar, básica y media en casa.

En estos casos los educadores pueden ejercer sus labores sin formación profesional aunque deben capacitarse o profesionalizarse y buscar el apoyo de instituciones privadas para que les realicen el acompañamiento, verificación, evaluación y seguimiento del proceso educativo (citado en “De regreso a casa: Homeschooling vs Educación”, 2021. Universidad de Federal De Santa Catarina, Colombia).

En fin, este enfoque educativo parece novedoso y beneficioso para las familias que cuentan con los recursos para su puesta en práctica. Sin embargo, las desventajas son importantes. La escuela es una etapa fundamental en el crecimiento de las infancias. Porque no solo representa la educación formal y organizada sino que también provee los rituales de la infancia, como son las amistades, las peleas, las reconciliaciones, las negociaciones, la resolución de conflictos, las alianzas, las nuevas amistades, los amores, los desamores.

Todos aspectos tan importantes como el aprendizaje de contenidos, porque son la estructura que los y las construye y fortalece para su vida de adultos. Donde no estarán protegidos por las cálidas paredes del hogar sino que deberán enfrentarse a la frialdad y crudeza del mundo real del trabajo. No les quitemos esa oportunidad única en la vida que da la escuela.

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