Tejer para sanar: la ‘fiesta’ del taller de crochet terapia en la Biblioteca Popular

Taller de crochet en la biblioteca

El crochet terapia utiliza el proceso de tejer a crochet como una forma de expresión creativa y relajante que puede mejorar el bienestar emocional y físico. La técnica se ha usado en una variedad de entornos terapéuticos como hospitales, centros de atención a largo plazo, programas de salud mental y grupos de apoyo.

Es un método que combina los beneficios terapéuticos del arte y la manualidad, con los efectos relajantes y meditativos de tejer.

En nuestra ciudad, la Biblioteca Popular ofrece gratuitamente los días miércoles un taller a cargo de la instructora Sandra Malara, destinado a promover esta práctica dirigida a personas de todas las edades.

Desde las redes sociales de la entidad difundieron repercusiones del último encuentro llevado a cabo este miércoles, al que le dieron el calificativo de «fiesta», compartiendo imágenes que documentan el agradable momento vivido por los participantes.

Beneficios del crochet

Siendo una técnica artística que se mantiene a lo largo del tiempo, se le atribuyen algunos beneficios terapéuticos, como la reducción del estrés, la estimulación mental, el fomento de la atención plena, la mejora del estado de ánimo y la socialización.

También puede convertirse en una actividad social, al realizrse en grupos o clases, fomentando la conexión con otras personas y brindando la oportunidad de compartir experiencias creando un sentido de comunidad.

El origen

Si bien es difícil de determinar cuando se dio origen al crochet, siendo que es una técnica que ha evolucionado y se ha transmitido a lo largo de muchos siglos en diferentes culturas, se cree que el crochet como lo conocemos hoy en día tiene sus raíces en Europa durante los siglos XVII y XVIII.

Inicialmente, se desarrolló como una forma de encaje de hilos finos, conocido como «encaje de gancho». Se utilizaban ganchos de metal o hueso para crear delicados encajes y adornos en prendas de vestir y decoraciones del hogar. Estos encajes eran altamente valorados y requerían habilidades y técnicas especializadas.

Con el paso del tiempo la técnica del crochet evolucionó y se volvió más accesible para más personas. Se comenzaron a utilizar hilos más gruesos y se crearon patrones de mayor simplicidad, lo que permitió una producción más rápida y facilitó su popularización.

Más allá de su origen europeo, también en América Latina se desarrolló una forma conocida como «filet crochet», que se caracteriza por crear diseños a través de la combinación de puntos y espacios.

En el siglo XIX experimentó un aumento significativo de popularidad, especialmente entre las mujeres, por considerarse una forma de expresión creativa y una manera de confeccionar prendas y accesorios de manera económica.

Actualmente sigue siendo una técnica popular en muchas culturas y se ha adaptado para crear una amplia variedad de prendas, accesorios y objetos decorativos, integrándose en la terapia ocupacional y en programas de bienestar.

 

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