El temporal que azotó la Ciudad de Buenos Aires y el conurbano bonaerense durante la madrugada y la mañana de.este sábado 25 de octubre dejó graves secuelas en distintos sectores: autos arrastrados por la corriente, viviendas inundadas, calles convertidas en ríos y el trágico saldo de al menos una persona fallecida.
Según el Servicio Meteorológico Nacional, en pocas horas cayeron más de 100 milímetros de agua en distintos puntos del Área Metropolitana de Buenos Aires (AMBA), con registros que superaron los 150 mm en barrios como Villa Devoto, una cifra que habitualmente corresponde a todo el mes de octubre.
Los sectores más comprometidos fueron el norte y oeste de la Capital , especialmente Villa Devoto, Villa Santa Rita, Villa del Parque, Saavedra y Liniers, donde los desagües colapsaron y el agua alcanzó alturas considerables dentro de las viviendas. En el conurbano, Vicente López, San Martín, Morón, Tres de Febrero y La Matanza también reportaron serios anegamientos, mientras que en Avellaneda, Quilmes y Lanús se registraron cortes de calles, caída de árboles y demoras en el transporte público. En algunos barrios, el agua permaneció estancada hasta la tarde del sábado, complicando la circulación y las tareas de limpieza.
Las imágenes de la avenida General Paz colapsada se multiplicaron en redes sociales y noticieros. Algunos vehículos quedaron completamente sumergidos, y en uno de ellos perdió la vida un conductor que no logró salir a tiempo. La autopista Panamericana y la Buenos Aires–La Plata también sufrieron cortes y anegamientos, mientras que barrios como Saavedra, Liniers y Villa Santa Rita despertaron con el agua dentro de las casas.
Vecinos de las zonas más afectadas relataron que el agua “venía de todos lados” y que el desborde se produjo en minutos. En muchos hogares, la jornada se transformó en una carrera por rescatar pertenencias, secar pisos y ventilar lo que quedó.
El fenómeno sorprendió por su intensidad, pero también por su previsibilidad: pese a las alertas del SMN, las obras pluviales no alcanzaron para contener semejante volumen de lluvia. Los reclamos se repitieron en distintos barrios porteños, donde los vecinos apuntaron a la falta de limpieza de sumideros y a obras inconclusas.
Durante la tarde del sábado, el agua comenzó a escurrir y los equipos de emergencia trabajaron en el despeje de calles y avenidas. Este domingo, pese a la magnitud del fenómeno climático, se lleva a cabo el proceso eleccionario con cierta normalidad, más allá de algunos traslados de mesas que hubo que efectuar por falta de condiciones en edificios que resultaron dañados.







