Cada vez más emprendedores y comercios reconocen una frustración común: están activos en redes sociales, publican con frecuencia, tienen seguidores, pero las ventas no llegan. La frase “tengo redes, pero no vendo nada” se repite en todos los rubros y tamaños de negocio, desde profesionales independientes hasta pymes consolidadas.
Profesionales del marketing y la comunicación aseguran que este escenario refleja una problemática que va más allá del uso de plataformas digitales: muchas veces, el problema no es la presencia en sí, sino la ausencia de una estrategia detrás. Estar en redes sociales no garantiza resultados si no hay una planificación clara que guíe la comunicación y la conecte con los objetivos del negocio.
La falta de resultados en redes suele estar relacionada con varios factores: mensajes poco claros, diseños improvisados, desconexión entre lo que se publica y lo que se ofrece realmente, o incluso una presencia web débil o inexistente. «Todo esto contribuye a generar ruido, pero no necesariamente impacto», advierte Leandro Giangreco, director creativo de Agencia Decus, empresa especializada en comunicación.
Distintos especialistas insisten en la necesidad de trabajar con cuatro pilares fundamentales: estrategia, claridad en los mensajes, una página web sólida y coherencia entre lo que se comunica en lo digital y lo que sucede en la experiencia real del cliente.
El primer paso, explican, es dejar de pensar en redes como un fin en sí mismo y comenzar a verlas como un canal que debe integrarse a un plan más amplio. ¿Qué se quiere comunicar? ¿A quién se dirige el mensaje? ¿Qué tipo de contenido puede generar confianza y diferenciación? Estas son algunas de las preguntas iniciales de una estrategia de base.
Luego, los mensajes deben ser claros, breves y alineados a los valores de la marca. No se trata solo de mostrar productos, sino de transmitir soluciones, beneficios y una identidad reconocible. La coherencia entre lo que se dice y lo que se hace es clave para construir confianza.
Contar con una página web o tienda online clara, actualizada y profesional también marca una gran diferencia. Muchas decisiones de compra comienzan con una búsqueda en internet, y no estar presente —o estar mal presentado— puede derivar en pérdida de oportunidades. La web es la carta de presentación permanente de cualquier proyecto.
Pero nada de esto funciona si no hay coherencia. Lo que se promete en redes debe reflejarse en la atención al cliente, en el local físico si lo hay, en la experiencia de compra. La comunicación online y offline deben reforzarse mutuamente, no contradecirse.
«La buena noticia es que este tipo de situaciones tienen solución. Con una auditoría de comunicación y una estrategia bien pensada, es posible alinear todos los recursos disponibles para que el esfuerzo en redes sociales se traduzca en resultados reales», aseguran desde Decus, y ratifican que «revertir el camino del estancamiento es posible», tomando las decisiones correctas.
«Las redes pueden ser grandes aliadas, pero no alcanzan por sí solas. Como en todo negocio, lo que define el éxito no es la herramienta, sino la forma en que se la utiliza. Y ahí es donde una estrategia clara hace toda la diferencia», remarcan.