La comunidad de Pehuen Có vive momentos de profunda conmoción tras el voraz incendio que destruyó por completo la capilla Sagrada Familia durante la madrugada de este sábado. El siniestro, ocurrido en la intersección de las calles San Martín y Lauquen Mapu, redujo a cenizas la estructura de madera a pesar del trabajo de los bomberos voluntarios de la villa balnearia.
El padre Adán Caraballo, visiblemente conmovido, expresó su pesar por la pérdida material y simbólica del templo: “La verdad que es una conmoción inmensa, un dolor muy grande, especialmente por el trabajo tan arduo de tanta gente por tanto tiempo. Cuando llegamos con el padre César, se hizo la inauguración final y la entrega de diplomas a todos los que habían colaborado en tantos años. Mucha de esa gente hoy está llorando frente a su capilla; Es terrible”, relató el sacerdote.

Sin embargo, en medio de la destrucción, el sacerdote relató un hecho que calificó como “un signo milagroso”. Según detalló, uno de los ministros que se acercó al lugar entre los restos del edificio encontró la llave del Sagrario, completamente intacta pese a que “el armario donde estaba guardada estaba todo quemado”. Al abrirlo, descubrieron que los óleos sagrados —guardados en recipientes plásticos— y las formas eucarísticas no habían sufrido daño alguno.
También una imagen de la Virgen permaneció intacta en medio de las llamas, «como si el fuego hubiese decidido detenerse ante ella», testimoniaron en la comunidad.

Según indicó, todo apunta a que el incendio habría sido intencional, aunque las causas aún se encuentran bajo investigación policial y se aguarda el resultado de las pericias para confirmarlo.
El emplazamiento de la capilla Sagrada Familia implicó años de trabajo y colaboración de vecinos, voluntarios y fieles que vieron en ella un espacio de encuentro y de fe para la propia comunidad pehuense y para los miles de turistas que llegan año tras año .







