Según comunicó la ONG “Voluntarios Greenpeace Mar del Plata”, la justicia “comenzó a oír el reclamo de las comunidades que nos encontramos preocupadas por los planes de abrir la actividad petrolera offshore”.
En su dictamen, una fiscal se expidió “a favor de los reclamos ambientalistas por la exploración hidrocarburífera” costa afuera en el territorio de la provincia de Buenos Aires.
Según expresa la organización ambiental, la funcionaria judicial opinó que “no se debe exponer a la biodiversidad a la sísmica; que el riesgo de derrames conlleva un gran impacto para las comunidades; y que los acuerdos climáticos que la Argentina tiene suscritos no deben ser pasados por alto por una política de apertura en hidrocarburos”.
En la presentación la fiscal advierte: “El peligro en la demora surge de la necesidad de prevenir y evitar el daño ambiental colectivo, garantizando de esta forma la eficacia de los derechos en juego evitando que los mismos sean vulnerados. Nos encontramos ante la inminencia del comienzo de la exploración”.
Como parte de las acciones que llevan adelante los activistas de Greenpeace, convocan a firmar una petición que formularon para “frenar esta nefasta actividad y proteger lo que más amamos: el mar”.
Quienes deseen sumar su apoyo pueden anotarse ingresando al sitio https://lnk.bio/RLA7, con el fin de “juntos exigir”, dicen, “un Mar Argentino sin petroleras”.
Derrame
El pasado 15 de enero se generó en las costas de Perú un derrame de petróleo, estimado en 6 mil barriles, lo que lo convierte en el más grande desastre ecológico en los últimos tiempos.
Según publica el sitio Infobae, en principio la empresa Repsol, administradora de la Refinería La Pampilla, dio a conocer que el derrame era de menos de un barril. Sin embargo, el Organismo de Evaluación y Fiscalización Ambiental peruano constató que fueron 6 mil barriles los que se volcaron de la embarcación de bandera italiana Mare Dorium, que se disponía al abastecemiento de crudo a la refinería en Ventanilla.
Sin embargo, los argumentos fueron rebatidos por un testigo excepcional de los hechos, el experimentado velerista Alec Hughes, quien acompañado de sus hijos y otros deportistas recorrían en una regata (competencia de velocidad) desde La Punta hasta Ventanilla. “Los veleristas somos los únicos testigos de lo ocurrido el día sábado”, dijo.
Comenta que cuando llegaron a la altura de Pampilla alrededor de las 2 pm pudieron divisar el único buque que había en el lugar. “Buscábamos arribar a la única boya que está frente a La Pampilla, es una zona antes de llegar a Santa Rosa que es una isla que se llama La Pancha. Estábamos flotando esperando viento”, contó.
Entre las 3 pm y las 5 pm es cuando escuchan un ruido. No se escuchaba como una explosión, pero sí como un tubo que se desconecta de la proa del bote. “Escuchamos ese sonido fuerte y le preguntamos a la tripulación qué es eso. Lo tomamos como que no pasaba nada”, recuerda.
Después de ese momento siguieron navegando y se dieron cuenta de que había una mancha de aceite en el mar. Sin embargo, no se sorprendieron porque eso es bastante común de ver, sobre todo porque hay bolicheras que descargan su aceite en el mar.
Hughes recuerda que el mar estaba totalmente plano, “la mala suerte de Repsol es que soy tablista y analizo el mar, he sido condecorado por la Marina porque he escrito un libro. Tengo un conocimiento de toda la vida”.
Señaló que por lo que vieron es mentira que el oleaje haya esparcido el combustible. “Se basan en un reporte de la Marina. Pero ellos han comprado un sistema multi boya para identificar el oleaje anómalo ¿lo han estado usando? No ha habido oleaje anómalo, esa es una primera mentira”, sostuvo.
La segunda mentira, afirma, es reportar a las 11 pm sobre el derrame, porque Hughes tiene fotos navegando donde el mar está como un espejo. “Y eso es porque tiene petróleo”. “No puede ser que avisen a las 11 pm. He tenido mensajes que dicen que ellos no contestaban por radio, se han estado tratando de contactar con el buque y no han tenido respuesta. Eso es grave”, dijo.