Comenzó su formación en la Secundaria en Tres Arroyos (debió mudarse “por motivos laborales de mi papá”) eligiendo la orientación en Comunicación, y terminó de «confirmar su vocación”, cuenta Antonella.
“Si bien siempre me gustó el fútbol, en esos años entendí que el periodismo va mucho más allá de un deporte y descubrí que comunicar también era una de mis pasiones”, completa.
Afianzada en su profesión, es frecuente que aparezcan sus declaraciones en distintos medios que la entrevistan, de las que rescatamos sus opiniones que compartimos con nuestros lectores.
“Miro fútbol desde muy chica, al principio miraba los partidos de mi equipo y después me amplié. Con mi primer sueldo (en verano ayudaba a mis papás en la inmobiliaria de Monte Hermoso) me compré un televisor para poder ver los partidos de Copa Libertadores en mi habitación y no sufrir si mi mamá quería ver otra cosa. A los 15 años decidí que iba a estudiar periodismo deportivo y no lo cambié más”, contó en una de esas notas.
Después de tres años de estudio de la carrera Periodismo Deportivo en Mar del Plata decidió mudarse a la Capital.
«Monte obviamente es otro mundo y otra forma de vida totalmente distinta. Tenía que ver a dónde me iba: si con 17 o 18 años elegía Capital Federal o un paso intermedio”. Eligió Mar del Plata, “una ciudad que conocía, que tenía mucho más ‘mi vida’”, explica.
Una vez recibida, tomó la decisión de irse con una amiga a Buenos Aires; “me dije: bueno, vamos a ver qué onda”.
¿Qué onda? “Me puse a hacer el ciclo básico en la UBA para la carrera de Ciencias Políticas, porque realmente no imaginaba tener una oportunidad en el periodismo deportivo. Eran muy pocos los lugares que había. Ojo, no es que no me tuviera fe, pero sinceramente me parecía algo utópico en ese momento”.
«Monte obviamente es otro mundo y otra forma de vida totalmente distinta»
Trayectoria
“Hace más de diez años que ejerzo, arrancando de abajo, en medios menores y partidarios hasta que fui haciendo mi camino. Estoy desde que el canal (TNT Sport) arrancó con el fútbol, las transmisiones de fin de semana y ahora el resto de la programación”.
Comenta que “el comienzo fue raro y también con un poco de azar o de suerte, que siempre tiene que estar acompañada del esfuerzo. Tenía un conocido que trabajaba en el Monumental al que le pedí si me podía ayudar con algún contacto, con la posibilidad de hacer una nota para poder practicar.
“Me llamó unos días después y me dijo: Tengo una nota para que practiques, es con Daniel Passarella. Yo me estaba yendo a Monte Hermoso, eran mis primeros fines de semana en Buenos Aires y extrañaba un poco, ahí empecé a dudar: ¿Me quedo para hacerla o me voy? Le pregunté a mi conocido si en lugar del viernes la podía hacer el martes y me dijo que si. Me confié.
“Cuando volví, me dijo que Passarella no podía. Ahí sentí que había dejado pasar el tren, esos que pasan una sola vez, pero me dijo –te puedo conseguir una con J.J. López, técnico del millonario».
River estaba en uno de sus peores momentos, previos al descenso. Jota Jota no estaba dando notas, rememora Antonella, antes de continuar su relato.
“Eran los días previos al partido con Gimnasia, donde empieza un poco la debacle del equipo. Después de un viaje larguísimo llegué a Ezeiza y pude hacerle la entrevista, él se quería ir y yo no paraba de preguntar. Era la nota de mi vida. Los periodistas que estaban ahí se preguntaban quién era yo y por qué me estaba dando la nota. “Cuando me estaba yendo a mi casa con mi grabadorcito, un periodista de un programa partidario me preguntó si quería pasar la nota en la radio. Me autorizaron y después de eso me quedé trabajando en ese programa. A partir de ahí empecé a hacer un montón de contactos de periodistas del mundo River que después me fueron recomendando para otros lugares.
“Un colega, que sabía que Beto Casella estaba buscando una periodista deportiva joven en Radio Pop, me recomendó y arranqué fuerte en los medios. Ahí dije ¡Epa! Eso que parecía tan utópico se estaba cumpliendo. Fue una puerta enorme y creo que en ese momento comencé a sentir que podía”.
En un mundo de varones
En un ámbito hasta no hace tanto impensado para consentir la opinión de las mujeres, “algo cambió, hay cosas que están cambiando a fuerza de nuestro trabajo y de nuestra predisposición para que cambie”, opina.
“Pero hay cosas que siguen igual”, se lamenta la montermoseña. “Antes la mujer tenía otro rol dentro de los programas deportivos. Se centraba todo en la imagen y la verdad es que había muchas periodistas que cumplían todos esos requisitos y tampoco se les daba el lugar para mostrar todo sus conocimientos”.
Sin embargo, “más allá de que hoy en día hay que cumplir con ciertos parámetros para estar en la televisión, siento que el lugar que se nos da es distinto, estamos más a la par. El cambio es lento y va de a poco, pero siento que se está modificando”.
Para Antonella, “todavía está muy pero muy instalado que la mujer tiene que ser de una determinada manera para estar frente a una cámara. Cuando digo que tiene que primar la capacidad y no el género, también lo englobo con el tema de la imagen. Si una persona está capacitada, pensar en eso también me parece discriminatorio”.
Ante la consulta sobre qué le diría a otras chicas que quieren seguir el camino del periodismo deportivo, responde: “Que es muy difícil, pero que no sientan que es utópico porque las oportunidades están. Hay que buscarlas y una vez que llegan hay que trabajar sobre ellas, hay que dar mucho esfuerzo y resignar muchas cosas, pero es posible”.
