Con regularidad se están llevando a cabo controles de tránsito en la ciudad. Se solicita al conductor lo habitual, documento, carné de conductor, tarjeta verde y seguro del vehículo.
Se ubican en arterias estratégicas en cuanto al tránsito, pero visibles a unas cuadras previas. Esto significa que muchos conductores evitan esos controles.
La preocupación se agrava por la observación de numerosos vehículos en dudoso estado adecuado para su circulación. Es verdad que muchos son vehículos de trabajo (camionetas y furgones o pequeños camiones) pero lo peligroso es que muchas veces circulan sin la adecuación correspondiente al vehículo propiamente dicho y con dudoso pago de seguros.
Varias veces suceden accidentes leves –como en toda ciudad– producto de la conducción a gran velocidad en el ejido urbano, la falta de respeto de las normas de tránsito, o quizás también un poco de distracción y descuido. Pero al momento de responder ante este siniestro, muchas veces el vehículo responsable carece de seguro. Y ahí comienza el tránsito penoso por cobrar la mano de obra del vehículo siniestrado, cuando el responsable no puede hacerse cargo de ese gasto.
Otra preocupación son las motocicletas. En esta ciudad –como en todas– hay mucha gente que circula en moto. La inquietud viene por el escaso cumplimiento de las normas de tránsito que nos permitan a todos conducirnos con seguridad: sobrepasan a los autos a velocidades no adecuadas y muchas veces por el lado derecho, no utilizan las luces de giro, una gran cantidad de vehículos no tienen luces, no utilizan los chalecos reflectantes, no utilizan casco y en caso de que lo utilicen muchas veces no es el reglamentario homologado, circulan más de una persona en el vehículo, cuando esto es determinado por el peso que el vehículo está autorizado a transportar (que por lo general es una persona).
Estos detalles son serios. Porque en caso de accidentes, más allá de que se puede perder la vida, siempre el vehículo de mayor porte es el responsable, independientemente de las malas maniobras de los motociclistas. El control de motos es insuficiente.
La normativa que enmarca las leyes de tránsito en el orden nacional es la Ley 24449 del año 1995 y en la provincia la Ley 13927 del 2009. Resulta muy interesante su lectura. Sus textos están disponibles en internet:
https://servicios.infoleg.gob.ar/infolegInternet/anexos/0-4999/818/norma.htm
https://normas.gba.gob.ar/documentos/0YqDnfd0.html
Motocicletas. Normas principales de la Ley Nacional de Tránsito y Seguridad Vial
– Uso obligatorio del casco. Conductor y acompañante deben usar cascos reglamentarios homologados.
–Luces encendidas. Deben circular con las luces encendidas durante todo el día.
– Prohibición de transportar menores de 10 años.
– Límites de velocidad. Se deben respetar los límites de velocidad:
– calles: 40 km/hora
– Avenidas: 60 km/hora; zonas rurales: 110 km/h: semi autopistas: 120 Km/h; autopistas: 130 km/hora.
– Sobrepaso: al sobrepasar a otro vehículo, el motociclista debe advertir su intención mediante el destello de las luces de giro y verificar que no haya otro vehículo realizando la misma maniobra. Siempre por el lado izquierdo.
– Circulación en banquinas. Las motocicletas no deben circular por las banquinas.
– Evitar puntos ciegos. Se recomienda no ubicarse en puntos ciegos de otros vehículos.
– No circular entre carriles. No se debe circular entre los carriles de tránsito o entre hileras adyacentes de vehículos.
– Prioridad de paso a peatones y ciclistas.
– No sujetarse a otros vehículos.
– No transportar objetos que disminuyan la visibilidad.
– Luces de giro. Usarlas siempre para indicar las maniobras.
– Mantener la mirada y la postura correctas
– Documentación. Portar la documentación obligatoria: licencia de conducir, cédula del vehículo, seguro y VTV.
Asimismo, más allá de lo incómodos que son, los reductores de velocidad son insuficientes. Se entiende que molestan, que nos obligan a frenar y que nos impiden circular rápido, pero justamente esa es la función.
Monte Hermoso es una ciudad extensa. Y si bien se ha realizado un importante ordenamiento en la circulación vehicular en cuanto a las manos de las calles, aún se observan vehículos a velocidades excesivas en zonas de gran tránsito de peatones. Hay calles en las que constantemente se observa (por ejemplo la Av. Alfonsín) que muchas noches se convierten en pista de carreras. La calle Deluster también es una vía de gran circulación, especialmente de los conductores que evitan la Av. San Martín porque –justamente– cuenta con muchos reductores de velocidad; entonces circulan por la paralela, bastante rapidito.
Sin embargo, hay otras arterias de poco uso, siendo que cuentan con asfalto y poca circulación, y recorren gran parte de la ciudad como las avenidas Argentina y Fossaty.
Ya se observan numerosas condiciones que no se cumplen, como el uso del cinturón de seguridad, el transporte de niños en asiento trasero, el uso de luces de estacionamiento, el estacionamiento en doble fila (los vehículos de carga y descarga, por ejemplo, tienen lugares señalizados destinados para eso, pero no estacionan ahí, dejan el camión en doble fila).
Ordenamiento del tránsito, control de vehículos (autos, camionetas y motos), reductores de velocidad y educación vial. Y responsabilidad al momento de conducir. Eso es lo que se necesita.