El Cabildo de Buenos Aires y su historia de reformas y demoliciones hasta el emblemático presente

CAbildo de Buenos Aires

Edificio actual del Cabildo

El Cabildo de Buenos Aires, símbolo de la Revolución de Mayo y de los primeros pasos hacia la independencia argentina, no siempre tuvo la apariencia que hoy se observa frente a la Plaza de Mayo. A lo largo de su historia, el edificio fue objeto de numerosas modificaciones, ampliaciones, demoliciones y reconstrucciones, que reflejan tanto los cambios arquitectónicos como los vaivenes políticos del país.

Una historia de cambios desde el siglo XVII

La primera construcción del Cabildo se remonta a 1580, cuando se fundó la ciudad de Buenos Aires por segunda vez bajo el mando de Juan de Garay. En sus orígenes era una estructura precaria de adobe y techo de paja. Recién en 1725 se comenzaron las obras de un edificio de ladrillo, que se prolongaron durante décadas.

En 1810, durante la Revolución de Mayo, el Cabildo tenía once arcadas en su fachada y una torre central. Sin embargo, desde entonces sufrió varias intervenciones. En 1880, durante las obras de ensanche de la Avenida de Mayo, se demolieron tres arcadas del lado norte. En 1931 se eliminaron otras tres del lado sur para dar paso a la Diagonal Julio A. Roca, reduciendo significativamente el ancho original del edificio.

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Así lucía el Cabildo en 1879

Reconstrucciones y restauraciones

La pérdida de simetría y proporciones originales generó un fuerte debate en torno al valor patrimonial del Cabildo. En 1940, el arquitecto Mario Buschiazzo encabezó una importante restauración, que incluyó la reconstrucción de la torre, tejados y balcones de acuerdo con documentos y grabados antiguos. Esta intervención intentó devolver al edificio un estilo colonial más uniforme, aunque sin reponer las arcadas demolidas.

Desde entonces, el edificio ha sido restaurado en varias oportunidades para preservar su estado. Si bien no se trató de reconstrucciones totales, las reformas del siglo XX y XXI apuntaron a mantener su estabilidad estructural y adecuarlo para su funcionamiento como museo.

Un ícono en permanente transformación

Aunque hoy lo consideramos un ícono inalterable de la historia argentina, el Cabildo ha sido modificado, reducido y reconstruido en más de una ocasión. Desde su precaria versión original en el siglo XVI hasta las obras del siglo XX, el edificio refleja los cambios de una ciudad en evolución y los múltiples sentidos que los argentinos han dado a su historia y sus símbolos.

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Vista aéra del Cabildo en la actualidad

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