El recuerdo del empresario bahiense Daniel Volpe en la semblanza de un escritor

Daniel Volpe y Angel Mahler

Hace pocos días se supo del fallecimiento del empresario bahiense Daniel Volpe, reconocido publicista y productor de espectáculos artísticos.

Muy vinculado a la programación artística de la ciudad, las autoridades de Cultura del municipio lo despidieron “con gran pesar”, destacando que “apostó y trabajó por el crecimiento de Monte Hermoso formando parte de la puesta en valor de nuestro Centro Cultural desde 2008 hasta hoy”.

Juan Ignacio Gilligan

El escritor y editor Juan Ignacio Gilligan, quien pasó su infancia en Monte, estableció con Volpe el vínculo que describe en una nota con la que lo despidió tras su repentina muerte, que trascribimos a continuación.

Inolvidable Daniel

Conocí a Daniel Volpe una década atrás. Entonces yo había puesto un modesto estacionamiento frente al teatro de Monte Hermoso. Para ser justos, Daniel fue mi primer cliente.

Cómo no recordar su repentina aparición: venía con los vidrios bajos escuchando música clásica y tras estacionar, bajó gesticulando, tocando un violín invisible, para después caminar hacia la garita donde yo esperaba, seguramente con un libro en la mano.

Me cayó bien en el acto y, desde entonces, iniciamos una amistad que entre sus códigos incluía que yo le reservara un lugar que le permitiera entrar y salir cómodo junto a los artistas.

Lo dicho, Daniel era de los primeros en llegar y de los últimos en marcharse. Antes de cruzar al teatro solíamos conversar sobre el movimiento de la temporada en tanto yo aprovechaba para indagarlo sobre el mundo de los productores artísticos.

Una de las cosas que me remarcaba era que el de ellos eran un negocio de promedios, a veces perdías, a veces ganabas, aunque la cuenta final, por supuesto, debía dar favorable. No obstante, la espalda para tolerar los fracasos en un país impredecible era más que necesaria.

Por supuesto, en los meses de verano el clima jugaba y mucho. Contra la playa ningún artista podía. Así que los productores preferían los días frescos, nublados, ideales para meterse en una sala.

Algunos artistas, claro está, tenían ínfulas de estrellas traducidas en caprichos infantiles a los cuales había que saber ceder en favor del espectáculo.

Comencé a interesarme por el funcionamiento del teatro. Era un hecho que lo que allí acontecía repercutía a favor o no de mi estacionamiento. Presté atención al movimiento de la boletería durante la semana, al pronóstico del clima y a las recomendaciones que Daniel me daba.

Los días de entradas agotadas yo era de los primeros en enterarse. Daniel me lo anticipaba con una sonrisa en la cara: «Hoy te lleno el estacionamiento…». Otras veces, cuando llegaba a las corridas de Bahía Blanca, era él quien me preguntaba qué pálpito tenía.

Como sea, le fui tomando cariño. Sobre todo porque nunca dejaba de presentarme a los artistas que llegaban. Dyango, Arnaldo André, Pilar Sordo, Alfredo Casero, Jairo, Raúl Lavié, Gato Peters, Betiana Blum y tantos otros.

Cierta vez, le pedí el favor de que me diera una mano para lograr hacerle una nota a Jorge Bucay, entonces yo llevaba adelante una revista. Daniel no solo me trajo entradas sino que al final del espectáculo, le pidió a Bucay un momento para presentarle a un amigo. Fue un gesto entrañable.

En uno de nuestros tantos encuentros le confesé mi tristeza por la muerte de Facundo Cabral, a lo que me respondió que el propio Facundo le había anticipado que no se iba a morir en la cama de un hospital sino «en el camino».

Qué triste fue, durante el día de ayer, enterarme de su partida.

Tan repentina como el primer día que lo vi llegar al estacionamiento. Imposible será olvidarme de alguien así.

Quisiera que estas palabras pudieran salir de la hoja y volar hacia su nuevo destino, solo para decirle:

«Te vamos a extrañar, Daniel».

 

Foto: con el talentoso músico argentino Angel Mahler en la imagen con la que acompañó sus palabras de despedida: “Quedan los increíbles y maravillosos momentos vividos, mi querido Daniel Volpe. Más de treinta años trabajando juntos. Te vamos a extrañar”

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