Más allá de las conocidas propiedades nutricionales que tiene la papa, este tubérculo se caracteriza por ser económico y muy versátil en la cocina al poder prepararse de muchas maneras, siendo la guarnición ideal para acompañar todo tipo de platos, como cortes de vaca, pollo, pescado, cerdo, hamburguesas, etcétera, o también como plato principal.
Formas de cocción
Al vapor: esta es la forma ideal para cocinarlas, ya que es la manera en que mejor se conservan sus propiedades nutritivas. Pueden cocinarse con piel o sin piel.
Fritas: Una de las preferidas de muchas personas, con un aporte calórico mayor, dado por el aceite, que debe calentarse bien antes de poner las papas a freír lo que evita que sabsorban mucho aceite. Si alguien prefiere dejarles la piel, adelante.
Puré: Con las fritas, la forma más difundida y apreciada. ¿Quién no sabe preparar un buen puré, con manteca, leche, nuez moscada, y lo que se desee?
Asadas: Al horno o en contacto directo con el fuego, en una parrilla, por ejemplo, quedan deliciosas. Lo recomendable es lavar bien las papas y asarlas con cáscara.
Mermelada: Siempre hay algo nuevo por aprender y probar. La advertencia es que su preparación demanda una excesiva cantidad de azúcar.
Variedad de recetas
Hay vida para las papas más allá del puré y las fritas. Es hora de pelar, o no, y animarse a otras de las múltiples variantes de preparaciones que existen, de las que compartimos algunas.
Papas gratinadas
Dos de los ingredientes preferidos se reúnen en esta receta, la papa y el queso, combinación ideal para acompañar platos desde un almuerzo rápido hasta una cena especial.
Solo basta con pelar la papa y cortarla en finas láminas para crear diferentes capas de papa y queso, y también se puede añadir leche o crema de leche. Solo resta llevar al horno y esperar a que se haga la magia. Se puede retirar un rato antes de que estén listas para echarles queso por encima y devolverlas el rato que haga falta para lograr el gratinado definitivo.
Croquetas de papa
Enamoran a pequeños y grandes las divertidas y apetecibles croquetas de papa que se preparan con puré de papa recién hecho, se forman bastones o bolitas, se empanan y se fríen. Según el gusto, se les puede agregar algún relleno, siendo los más comunes de queso, jamón, atún, pollo, etc. Se pueden cocinar al horno también.
Ensalada de papa, atún y huevo
Además de la difundida ensalada rusa nadie debería dejar de probar esta combinación que reúne la suavidad de la papa con las proteínas y el sabor del atún y del huevo. Si alguien le agrega tomates y aceitunas, y algún aderezo, nadie podrá objetarlo. Ideal para comer tibia o fría.
Papas aplastadas
Sencilla preparación con papas blancas (pequeñas, mejor) hervidas con su piel y que luego se aplastan delicadamente con una espátula o con el fondo de un vaso.
Se las coloca en un bol grande y se les echa una mezcla de dos cucharadas de manteca derretida, dos de queso parmesano (o similar), y dos o tres dientes de ajo picado o machacado.
Se acomodan en una fuente plana, con aceite en la base, y se llevan al horno para dorarlas de ambos lados. Al sacarlas, una vez listas, se les puede agregar un poco más de queso, un chorrito de aceite de oliva y perejil ¿por qué no? Si salen crujientes por fuera y suaves por dentro, todo salió bien.







