En un año electoral complejo Dichiara juega fuerte en la movida interna del oficialismo

Buscan conservar la unidad que devolvió al kirchenrismo al poder pero hay varios con otros planes

Kicillof en Monte Hermoso con Dichiara

Dichiara y Kicillof (archivo)

“Esta pandemia nos ha puesto a la defensiva, estamos preocupados por la comunidad más que por la política”, ensayó el intendente montehermoseño en declaraciones recientes.

Nadie oculta que las legislativas forman parte ineludible de la agenda política de 2021 y que en ellas incidirá la gestión de la emergencia sanitaria, económica y social acentuada por la pandemia.

En el partido Justicialista se están verificando diversos movimientos que ponen en riesgo el componente esencial para el regreso al poder: la unidad.

“Estamos convencidos de que la unidad es la salida para poder darle sustentabilidad a la gobernabilidad de Axel (Kicillof) y Alberto (Fernández)”, le dijo al sitio Letra P el intendente del distrito vecino Gonzales Chaves, Eduardo Santillán.

En el mismo sentido se expresó Dichiara, agregando que necesitarán “mantener la cantidad de legisladores porque Axel lo va a necesitar”.

También sostuvo el jefe comunal montehermoseño: “La preocupación principal pasa por la vacunación y tratar de tener la mayor cantidad de habitantes vacunados cuanto antes. A partir de ahí empezaremos a pensar en las primarias, si las hay, y después en la general. Creo que esto y la economía, junto con la necesidad de trabajo, van a ser las claves electorales de este año”.

De la primera hora

El jefe comunal local fue uno de los primeros en respaldar la ofensiva kirchnerista para encumbrar a Máximo Kirchner en la conducción del PJ bonaerense.

“Máximo es un referente para muchos compañeros. Su capacidad para liderar no solo es elevada sino que es la apropiada para este momento del peronismo bonaerense. Es el hombre indicado”, argumentó Dichiara en plena línea de largada del operativo.

En la sexta acaban de sumar su apoyo los intendentes Julio Marini (Benito Juárez) y Pablo Torres (Laprida), además de otros peronistas seccionales de peso.

Apoyo incondicional. Dichiara y Máximo Kirchner

En la vereda opuesta, Fernando Gray, intendente de Esteban Echeverría desde el 2007 y actual vicepresidente del PJ de la provincia, se plantó indignado: “No voy a renunciar. Me la voy a bancar. Quieren entrar al PJ por la ventana”.

Su mandato (y el de quien preside, Gustavo “Tano” Menéndez) vence en diciembre y parece muy decidido a frenar los planes del hijo de la vicepresidente de la Nación.

Randazzo

El primer ramalazo al corazón de la unidad lo provocó Florencio Randazzo al pronunciarse a favor de generar “una tercera vía que rompa la polarización kirchnerismo-macrismo”.

El ex ministro está embarcado en una construcción política que desde la provincia de Buenos Aires, y con un pie en Córdoba, Santa Fe y la capital, pueda rivalizar con las dos coaliciones mayoritarias.

El dirigente de Chivilcoy calificó la gestión presidencial como “un gobierno viejo a un año y pocos meses de gestión”. Y responsabilizó de la situación a Cristina Kirchner, interpretando que “generó un sistema político en función de los intereses de su familia”.

Uno de los primeros en salir a cruzar a Randazo fue justamente Dichiara: “Ahora es el tiempo de robustecer este frente, de apoyar a este gobierno”, afirmó en una nota periodística.

“Una vieja máxima del peronismo afirma que el que gana gobierna y el que pierde acompaña. No debemos tropezar dos veces con la misma piedra. Solamente estaremos favoreciendo a otros partidos si nos dividimos. Lo de la tercera vía no lo veo posible, el proyecto que apoyamos es el de Alberto y Cristina”, sentenció.

Aclaró luego con relación a quien en su momento fue compañero de ruta: “Florencio tiene perfil propio para decir lo que quiera pero los trapos sucios se lavan dentro de la casa”.

Otra vertiente

Este jueves se produjo el lanzamiento de Peronismo Republicano, un espacio que venían cocinando a fuego lento el ex compañero de fórmula de Mauricio Macri, Miguel Ángel Pichetto, el ex intendente de San Miguel, Joaquín De la Torre, Jesús Cariglino, Gilberto Alegre y Luis Acuña, también ex intendentes de municipios del conurbano, y Claudia Rucci, hija del legendario líder de la CGT y amigo de Juan Domingo Perón asesinado por Montoneros.

De la Torre, quien fue ministro de Gobierno durante la gestión de María Eugenia Vidal, no anduvo con rodeos: “Hace mucho tiempo que la provincia de Buenos Aires no la gobierna un bonaerense y eso es una parte importante del problema, de la no agenda, de la no solución, del no conocimiento. Para gobernar hay que amar para amar hay que primero conocer”, dijo durante la presentación de la nueva agrupación.

Hay más

Otro referente notorio del peronismo de nuestro distrito, aunque hoy desentendido de cuestiones domésticas, el ex intendente Marcelo Di Pasquale, participa de otra entente junto a otros dirigentes escindidos de la estructura partidaria hace tiempo.

Por fuera. Monzó y Di Pasquale

Unidos por la amistad, y el espanto al kirchnerismo, con Emilio Monzó y Rogelio Frigerio a la cabeza, buscan incidir y protagonizar un nuevo diseño de lo que fue Cambiemos o de lo que es Juntos por el Cambio. Lo último que trascendió es que se han reunido con el diputado y ex ministro de Seguridad de Vidal Cristian Ritondo (de pasado peronista) y con el presidente de la UCR, Alfredo Cornejo, para discutir un “armado generoso” de las listas, buscando obtener mayor representatividad.

En la región

En la sexta sección electoral el peronismo no logra revertir la supremacía de la oposición: 14 de los 22 municipios que la componen están gobernados por dirigentes de otro signo, once de Cambiemos o de JxC (aunque liderados por radicales, salvo Bahía Blanca) y tres vecinalistas o independientes.

Solo en ocho distritos gobierna el PJ y aunque el alineamiento con el oficialismo no se discute, persisten dos grupos bien marcados y el desafío sigue siendo lograr acuerdos a pesar de las diferencias.

Fuentes por lo general con buena información aseguran que un sector lo integran Marcelo Santillán (Adolfo Gonzales Chaves), Pablo Torres (Laprida), Julio Marini (Benito Juárez) y el senador Alfredo Fisher, ex intendente de Laprida y hoy vicepresidente del Senado provincial.

Responderían a la vicegobernadora Verónica Magario y al sector kirchnerista que lidera el ex intendente de Avellaneda y actual ministro de Hábitat de la Nación, Jorge Ferraresi.

En el otro grupo, que reportaría a Martín Insaurralde (Lomas de Zamora), estarían anotados Dichiara, José Nobre Ferreira (Guaminí) y Alejandro Acervo (Daireaux).

Lo que viene

La estrategia se sostiene en la necesidad de mantener o ampliar el caudal de votos en los bastiones propios y, más que nada, revertir la situación en los distritos adversos, sobre todo en el más importante, Bahía Blanca, conducido Héctor Gay, caratulado como macrista.

En ese distrito, los hilos del peronismo los mueven tres dirigentes: el diputado provincial Gabriel Godoy, sindicado como jefe regional de La Cámpora, el senador Marcelo Feliú, y Federico Susbielles, quien hoy preside el Consorcio de Gestión del puerto bahiense. Además, por supuesto, del omnipresente Dámaso Larraburu, quien aunque no se lo vea mucho siempre está.

Por su peso electoral en la región, nadie se animará a dejar de privilegiar a Bahía Blanca al momento de confeccionar las listas seccionales.

En la agenda están también Tres Arroyos, que tiene dos representantes en la Cámara Baja, Pablo Garate  y Carlos “Cuto” Moreno, y Coronel Rosales, donde el peronismo no logra hacer pie.

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