Fantino, enamorado de Monte, repasa sus vacaciones y cuenta como conoció a Dichiara

Alejandro Fantino en Monte Hermoso

Junto a su novia bahiense Coni Mosqueira, Alejandro Fantino está disfrutando sus vacaciones en nuestra ciudad. Solo ha tenido palabras de elogio para Monte Hermoso, valorando la gente, las costumbres, la comida y los lugares donde la pasa «muy bien».

Entrevistado por Marcos Puccia y Luciana Cardillo en Radio Atlántica, lo primero que destacó fue la milanesa que compró en un negocio cercano a su domicilio. Expresó: «Es la mejor milanesa que probé en mi vida…. ¡te volvés loco!… la milanesa tiene una especie de arte para hacerse; esta es sequita, muy tierna ¡y con unas papas fritas increíbles!»

La cocina es un tema que le interesa y que repasó en la entrevista. «En el interior, la comida te sabe mejor. Churros, como todo el año, pero acá te comés unos churros con unos mates y es más placentero que caminar por un lago de Austria», bromeó.

Para llamar a la radio. interrumpió su camino hacia una visita al jefe comunal Alejandro Dichiara, luego de escuchar que en la emisora había «varios premios» para él, donados por los comerciantes locales. Solo tenía que llamar. Y así lo hizo.

Durante la charla repasó juegos de mesa de su infancia y otros que se prestan para jugar en una tarde de lluvia y destemplada como fueron estos días.

Relató que quería ir hasta la desembocadura del Río Sauce Grande y consultó a los conductores sobre las condiciones… «no tengo ni idea de cómo manejarme con la camioneta en la arena mojada», confesó.

Como conoció a Dichiara

Fantino reveló cómo llegó a conocerse con Alejandro Dichiara: «Yo me conocí por casualidad con Alejandro. Los que somos del interior, no de Buenos Aires sino de Santa Fe o Córdoba, no venimos a estos lugares. No los tenemos en el radar porque nos es muy lejos, generalmente llegamos a Mar del Plata (yo soy de San Vicente, Santa Fe) o nos vamos de vacaciones a Carlos Paz. Pero mi papá cosechaba acá. Cosechaba en Necochea. Yo venía con él a cosechar a Energía, Espartillar, Necochea, Azul. No conocía Monte Hermoso. Hace 3 años estaba al aire en una radio, La Red, y empezamos a «hinchar las pelotas» al aire, a las 8 de la noche con respecto a las aguas vivas. Yo no sabía que no había más. Saco al aire a Marcos (Fernández) y ahí conocí a Arranz. Lo llamé a Alejandro Dichiara para preguntarle donde me podía quedar porque Coni me rompía las pelotas ‘vamos a Monte, vamos a Monte’.

Fantino junto a Coni Mosqueira, disfrutando sus vacaciones en Monte Hermoso

Relata que los bahienses (en referencia a la familia de su novia) se lo pintaban demasiado lindo (describiendo las condiciones del lugar) y se dijo «Voy a ir para desmitificarlo» pensando que no era ‘para tanto’ y que la familia estaba exagerando. «Vine y me encontré con una playas increíbles, el pueblo (porque es una ciudad pero es un pueblo grande) increíble, la gente macanuda, todo ordenadito, todo lindo, el agua realmente más cálida. Donde vayas tenés playa, el agua está buena, tenés buena arena, sol que sale, sol que entra lo ves», relató.

«Me quiero venir acá todos los veranos» concluyó con entusiasmo, «Dentro de unos años me compro una casita» anticipó.

Aunque todavía no la compró, lo planteó como algo para el día e mañana, para venir los fines de años y los fines de semana. «Me encantó. Tiene onda. La paso muy bien acá».

Despuntó el vicio de pelearle a los bahienses el liderazgo de Villa Mitre con la complicidad de los conductores del programa y sosteniendo ese rencor añejo de los bahienses, comentó divertido.

Habló de los churros y se preguntó cuáles eran los mejores, y también consultó con respecto a los helados.
«Me hice amigo de los dueños de Bronx y fui el año pasado a conocer al Grupo Universitario. Repasó sobre la «alta alcurnia» dorreguense y dijo que si hay lucha, él se pone la camiseta de Monte Hermoso, siempre risueño y disfrutando el conocer esas cuestiones de los pueblos y «jugándosela» con sus comentarios.

Una charla divertida, distendida y con un alegría enorme de estar en nuestra ciudad. «Monte Hermoso, qué lindo es!» cerró convencido la entrevista.

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